«Podemos aprovechar el teatro para contribuir a que circulen otras ideas, realidades más diversas»
Hablamos con Lidio Sánchez Caro, miembro de la Compañía Artistas Y. y uno de los impulsores, junto a María Marcos, de Circular Encuentro de Teatro Iberoamericano en Madrid para que nos hable de esta IV Edición que se desarrollará en Madrid hasta el 9 de diciembre. Podremos ver espectáculos en el Centro Cultural Paco Rabal, Centro Cultural Pilar Miró, Centro Cultural Antonio Machado, Casa de América y Nave 73.
Circular 2022
Por Sergio Díaz
Foto de portada: Quizá, de la cía. Abya Yala
¿En qué momento una compañía como la vuestra, con un gran bagaje escénico detrás, decide embarcarse en organizar Circular?
Además de producir obras teatrales, ya teníamos experiencia llevando a cabo actividades para la difusión del teatro mexicano, que hasta hace una década era prácticamente un desconocido en Madrid. Además de estrenar obras de destacados autores de ese país, hemos programado lecturas dramatizadas y mesas redondas para hablar sobre su actualidad escénica. También habíamos organizado dos ediciones del ciclo México a Escena, contando con el apoyo de varias entidades y compañías españolas que presentaron obras de dramaturgos contemporáneos mexicanos. En esos momentos nos llamaba la atención que, aunque compartíamos el mismo idioma, el teatro mexicano y el español vivían prácticamente de espaldas uno del otro. Ahora, afortunadamente, la situación ha mejorado bastante.
Sin embargo, no sucede lo mismo con Ecuador, Perú y Bolivia, por ejemplo. ¿Qué sabemos de su teatro? Casi nada, y eso que cada vez hay más personas provenientes de estos países que se integran a la sociedad española. No digamos ya las escasas noticias que tenemos del teatro de Centroamérica y el Caribe. Y ya que la enorme riqueza del español está presente también en la dramaturgia hispanoamericana, ¿por qué no contribuir a la difusión de este patrimonio compartido? ¿Por qué no colaborar en la creación de canales de diálogo, que finalmente son medios de enriquecimiento para todos? Estas son algunas de las cuestiones de las que nace Circular.
Iniciativas así, de ámbito privado, suelen ser difíciles de levantar. ¿Ha sido un camino complicado o habéis contado con al apoyo necesario para poder organizarlo sin problemas?
Circular está siendo una aventura tan compleja como gratificante. Las dificultades son, hasta cierto punto, similares a las del proceso de producción de una obra teatral, con la diferencia de que se multiplican las necesidades de financiación y espacios de exhibición. Aún así, hemos comprobado que cada vez hay una mayor sensibilidad por parte de las instituciones para apoyar este tipo de proyectos. Por supuesto, no es un camino fácil, pero pensamos que ya hay un diálogo abierto.
Echando la vista atrás, ¿qué balance haces de las tres ediciones anteriores? ¿Se van cumpliendo todos los objetivos marcados?
Bastante positiva. Circular está creciendo. Cada vez son más las compañías y entidades que colaboran con nosotros. Desde el principio hemos puesto el acento en hacer una programación de calidad y lo estamos cumpliendo. Los participantes son, en su gran mayoría, reconocidos profesionales del teatro en sus respectivos países o autonomías.
Lo que las compañías participantes se llevan de Circular y, por qué no, también nosotros de ellas, es un aprendizaje mutuo, un intercambio que se suele dar en todos los proyectos de movilidad e interacción entre diferentes culturas. Y el público es el gran beneficiario, pudiendo asistir a funciones de creadores que vienen desde muy lejos y se presentan en espacios escénicos de distintos barrios y distritos de Madrid.
¿Quiénes formáis el equipo de Circular y cómo os dividís el trabajo?
El núcleo principal lo componemos María Marcos, que es la responsable de producción e imagen, y yo, que yo soy el director y me encargo de la programación y coordinación del Encuentro. Después están más personas que nos ayudan o colaboran tanto de forma puntual como a lo largo del tiempo. El volumen de trabajo no es el mismo en todo el año y en los momentos de más carga es cuando hacen falta más brazos que nos ayuden a remar. En todo este tiempo se han ido incorporando a la vez que marchando personas del equipo. En nuestra profesión suele ser difícil compaginar proyectos. Estamos a punto de comenzar la cuarta edición 2022, y ya estamos trabajando sobre lo que será la programación en 2023.
Digamos que hay tres premisas o puntos de partida principales de Circular. El primero sería tender puentes con la escena iberoamericana. ¿Cómo son esos puentes tendidos? ¿Crees que el público madrileño se siente lejos o cerca del teatro que se hace en el continente Iberoamericano?
Considero que es de gran interés el estreno de obras de autores latinoamericanos en España. Como compañía, nos reservamos en Circular un espacio para presentar una obra producida en Madrid de destacados dramaturgos que difícilmente serían llevados a escena. En las tres ediciones anteriores hemos estrenado textos de Mario Diament, de Argentina; Jaime Chabaud, de México y Fernando Arze Echalar, de Bolivia. Este año estrenaremos Ejecutor 14, de Adel Hakim, que aunque es un autor francés, a lo largo de su carrera creó fuertes lazos con Hispanoamérica.
Respecto a la cercanía del público, me gustaría destacar la actuación de tres grandes actrices que han conseguido atrapar a los espectadores de Madrid, y desde luego, más que un puente, sus actuaciones han sido un flechazo. Laura Almela, de México; Norma Martínez, de Perú y Marcela Valencia, de Colombia. Estas mujeres están haciendo el mejor teatro que se puede ver en sus respectivos países y el público madrileño tuvo la suerte de verlas durante su participación en Circular. En sus espectáculos, todos ellos muy distintos, cautivaron a los asistentes y quiero pensar que dejaron un recuerdo inolvidable.
Otro objetivo es el de encontrar espacios de colaboración entre entidades culturales y creadores de España, Portugal e Hispanoamérica. ¿Cuáles son esos espacios que se han consolidado en este tiempo?
Hay varias iniciativas. Hemos establecido acuerdos con compañías de Portugal que también organizan festivales para compartir programación, y estamos preparando actividades en residencia de profesionales latinoamericanos en Madrid. Si bien es cierto que las distancias geográficas no nos lo han puesto fácil, la utilización de las nuevas tecnologías, como Internet, están posibilitando un diálogo más fluido que tendrá una mayor concreción en la próxima edición del festival. Con compañías españolas de otras comunidades ya hemos realizado intercambios a raíz de su intervención en el Encuentro.
Y el tercero sería la inclusión de los artistas llegados de fuera que viven en nuestro país. ¿Esos artistas, su riqueza y diversidad encuentran en Circular un espacio de referencia para mostrarse? ¿Crees que hacen falta más espacios para que puedan proyectarse?
En nuestras obras siempre hemos venido trabajando con actrices y actores provenientes de otros países y que residen en Madrid: de Cuba, Perú, Chile, México, Bolivia, Argentina, Colombia, Portugal… Siempre. Nos gusta mucho la diversidad de sus acentos y las posibilidades que ofrecen para enriquecer a un personaje. Nos gusta todavía más la mezcla de culturas en el equipo y en la compañía. Nuestra intención es que Circular sea una referencia cada vez más importante del teatro iberoamericano en Madrid.
Sobre los artistas latinoamericanos residentes en nuestra ciudad, es necesario poner en valor la riqueza y diversidad de sus aportaciones. Y en cuanto a los espacios, Madrid siempre ha sido una ciudad acogedora y abierta; en los teatros y las salas se ha ido incrementando la presencia de espectáculos en los que la diferencia es la nota dominante. Lo que hace falta es que estas propuestas tengan una mayor difusión entre el público madrileño.
¿Qué nos vamos a encontrar en este IV Circular 2022? ¿Qué destacarías?
Lo primero, una mayor participación de compañías que en ediciones anteriores y un amplio abanico de propuestas para todos los públicos. Destacaría la presencia de compañías como Abya Yala, de Costa Rica, que presentará la obra Quizá, en Casa de América; con más de 30 años de trayectoria, es posiblemente una de las agrupaciones más sólidas en Centroamérica. Nos acompañará también Waddys Jáquez con su espectáculo Crónicas de cero. Waddys es un actor muy conocido de República Dominicana y, además de dramaturgo y coreógrafo, posee una considerable proyección en el ámbito del teatro en español que se hace en los Estados Unidos.
Igualmente destacable es la participación portuguesa, con agrupaciones que actualmente son referencias teatrales imprescindibles en sus respectivas regiones, como Art’Imagem, en Oporto o Lendias D’Encantar, en el Alentejo.
En cuanto a la participación de compañías españolas, contaremos con montajes innovadores, como Té con Kant, de Inversa Teatro, de Galicia, que conjuga el ensayo filosófico y la creación escénica. Por supuesto, habrá también atractivos trabajos para niñas y niños: Baychimo Teatro, de Castilla León o la aragonesa Teatro Arbolé, presentarán cuidados e inteligentes espectáculos que aúnan actores, títeres y objetos.
Recomendamos estar atentos a la web de Circular y a sus redes sociales, porque encontrarán otras atractivas propuestas de compañías españolas e hispanoamericanas.
Es imposible definir el teatro que se hace en un continente entero, ¿pero en los trabajos que mostráis en Circular hay temas que sean recurrentes en esta edición, más que en otras por ejemplo? Por descubrir cuáles son las principales inquietudes sociales o políticas ahora mismo en Iberoamérica.
No, yo creo que la diversidad es lo que mejor define al teatro de nuestra amplia región e intentamos que esta característica esté presente en cada una de las ediciones del festival. Sí que es posible encontrar transversalmente algunos temas como la emigración, las desigualdades sociales, la ecología o las reivindicaciones identitarias. Pero también es interesante constatar la presencia de dramaturgias que hablan sobre experiencias muy personales, y cómo estas se proyectan en el ámbito social. Lo destacable es que se trata de asuntos que no definen solo a Iberoamérica, sino a prácticamente todas las sociedades actuales. Desde este punto de vista, la aportación del teatro hecho en español a la escena internacional es claramente significativa.
Cada año vais creciendo e incorporando novedades y se van sumando nuevos espacios. ¿La idea es seguir expandiendo el festival por la ciudad, por otras ciudades?
Por el momento, Madrid, como crisol cultural, es nuestra principal referencia, aunque nuestro objetivo es conseguir que se sumen espacios escénicos de todos los distritos.
Imagino que organizáis el festival que os apetece en función de los recursos que disponéis. Puestos a imaginar, ¿cuál sería el Circular soñado?
Nuestra ilusión sería mezclar el Festival Iberoamericano de Bogotá de hace algunos años con varias cucharadas del más reciente Santiago a Mil, en Chile, añadiendo una generosa porción del Cervantino de Guanajuato, México. Con más tiempo sumaría más ingredientes, pero creo que estos tres festivales son referencias a tener en cuenta por su programación y capacidad de movilizar a una ciudad en torno a las artes escénicas y la cultura.
Vosotros, como compañía, soléis mostrar alguno de vuestros trabajos en cada Circular. ¿Es esta fecha el objetivo marcado en vuestro calendario de trabajo? ¿Hay una idea clara de estrenar vuestras propuestas en Circular?
El trabajo como compañía es independiente. Hemos tenido periodos de mucha actividad, llegando a estrenar hasta cinco obras en el mismo año. Para Circular elegimos llevar a escena el texto que pensamos que mejor encaja en la programación, ya sea porque es de autor iberoamericano o la temática complementa al resto de las obras.
Artistas Y. es una compañía con más de 30 años de carrera. ¿Qué tipo de teatro os interesa? ¿Hay alguna línea argumental que una cada trabajo que levantáis?
Lo primero, buscamos textos de calidad que hablen sobre temas actuales. Pocas veces hemos llevado a escena obras escritas por nosotros. Sí hemos realizado varias adaptaciones, pero la mayoría de nuestros espectáculos están inspirados en obras de autores iberoamericanos, aunque en los últimos años también hemos presentado a dramaturgos europeos: británicos, alemanes, franceses o checos. Cuando hemos trabajado sobre el repertorio clásico ha sido con la intención de integrarlo en el siglo XXI.
¿Circular es un buen lugar para desterrar prejuicios que pudiéramos tener sobre la cultura Iberoamericana? ¿Crees que aún tenemos ideas preconcebidas erróneas sobre la cultura Iberoamericana?
Sin duda alguna. No lo digo por las personas que viajan y viven por un tiempo en otro país y lo llegan finalmente a conocer y entender. Pero sí es cierto que cuando no nos movemos nos formamos ideas de otros países por lo que nos cuentan de ellos los medios de comunicación. Y habitualmente, las noticias que encontramos sobre Hispanoamérica suelen tratar aspectos negativos. Podemos aprovechar el teatro para contribuir a que circulen otras ideas, realidades más diversas. La amplia región iberoamericana, que incluye a España y Portugal, es una potencia cultural, y eso todavía no lo hemos valorado suficientemente.
En cuanto a lo que me planteas sobre las ideas preconcebidas, habría que cuestionarse si existe una única cultura iberoamericana. Pienso que existen culturas en plural. No deja de sorprendernos la diversidad de propuestas teatrales tanto en nuestro idioma como en portugués. Todas ellas son un reflejo de sociedades plurales que se modifican continuamente. La difusión de las artes presenciales es siempre necesaria. Son actividades que apelan a lo más valioso de la vida social: la comunicación y la posibilidad de reconocernos al mismo tiempo como distintos e iguales. El teatro es eso.