Foto: Coral Ortiz
Tres amigos que comparten piso, intentan sobrevivir a la amistad, al amor, a las hamburguesas, a las raves, a la opinión de sus padres, al precio de los alquileres, y en resumen, a la vida.
Elogio de la estupidez es una sátira que recorre las contradicciones que la mayoría de nosotros tenemos que afrontar en esta época de crisis y fanatismo. Un divertido retrato generacional que se atreve a hablar con humor del dogmatismo, la opresión, la censura, la intransigencia, la evasión, la moralidad y, en definitiva, de todas las lacras del mundo contemporáneo.
Libremente basada en la genial e inabarcable Bouvard y Pécuchet de Flaubert y arrebatándole el título a Erasmo de Roterdam, la obra es una advertencia contra nuestra propia estupidez ilustrada, ya que, gracias a Google y a Twitter, todos somos unos imbéciles llenos de argumentos. Este espectáculo es una apología de la estupidez inevitable y la indefensión de todos los que tenemos que vivir confundidos en el caos ideológico de la sociedad actual.
Elogio de la estupidez es a la vez un canto de amor y desprecio hacia el cuñadismo internacional, la ignorancia y la necedad humana; una sátira desproporcionada que, incapaz de saber hacia dónde apuntar, dispara en todas las direcciones posibles. Una divertida y grotesca celebración del repertorio de nuestra propia estupidez.