Frágil en La Sala

 

Por Redacción

 

Un sonido metálico interrumpe el sueño, quiebra la calma. Bautista y Virginia son un matrimonio de ancianos que acaban de mudarse a una vieja casa situada en un pueblo quieto, en mitad de la nieve. A ella se le dibujan arrugas en las manos y se le espesa la memoria. A él se le encorva la espalda y los pasos se le vuelven lentos persiguiendo un sueño cada vez más difuso. Ambos están en el último círculo de la existencia y vuelven al pasado compartido, un lugar enmarañado como el jardín que les rodea, mientras observan cómo el perro Minetti se come las flores.

Esto es lo que podemos leer sobre Frágil, obra creada por la compañía de Investigación y Creación Karoo Teatro que puede verse todos los sábados de octubre a las 19h en La Sala. Pero esta obra escrita y dirigida por Daniel Dimeco es mucho más, se trata de una obra de teatro contemporáneo sobre los ancianos en la que exploran, mediante un lenguaje poético, aspectos como la soledad, la pérdida de la memoria, la frustración de los sueños no cumplidos e, incluso, ahondan en los celos como dolor retrospectivo. Un trabajo que encarnan un actor (Jaime Moreno Veas) y una actriz (Shandra Sánchez) de menos de 45 años sin maquillaje ni caracterizaciones, tan sólo a través de sus cuerpos, y que ha contado con el trabajo de vestuario y documentación para llevar a cabo la propuesta de Carmen Garrido (co-fundadora de Karoo Teatro junto a Daniel Dimeco).

 

 

La propuesta

En el proceso de observación de nuestros mayores podemos ver cómo van dejando de ser quienes eran hasta no hace mucho (o quienes creíamos que habían sido en etapas anteriores de sus vidas) y, de repente, descubrimos que ya no andan como antes, que no corren, que tienen olvidos que se tornan cada vez más y más comunes, acumulan temores y se vuelven frágiles. Todo eso ha llevado en Karoo Teatro a reflexionar sobre la vejez y a interesarse en trabajar sobre ella a través de Frágil.

La propuesta ha sido planteada sobre tres pilares: a) investigación a través de lecturas, visionado de material, testimonios; b) observación de personas ancianas para aproximarse a los aspectos más comunes de sus vidas; c) repetición de pequeños gestos/hábitos de comportamiento para irlos incorporando orgánicamente.

El trabajo actoral se ha centrado, fundamentalmente, en adquirir los movimientos físicos que dan lugar a conseguir esos hábitos y gestualidades y que se corresponden con la última etapa de la vida, ya que nuestra propuesta es llevada a cabo por una actriz y un actor que en ningún caso superan los 40 años de edad. El verdadero reto ha sido adquirir las características propias de las personas mayores sin maquillajes ni caracterizaciones y hemos evitado las caricaturas a través de un intenso trabajo corporal o, en palabras de Alvis Hermanis, «mediante una cadena de acciones físicas repetidas».

Uno de los objetivos fundamentales de Frágil es lograr reflexionar sobre una etapa de la vida que, en Europa y en Occidente en general, sigue siendo un tabú porque produce miedo ya que es el espejo en el que las personas más jóvenes nos miramos.

Frágil es un ritual, una ceremonia de despedida en honor de nuestros mayores, los que ya no están y los que dejarán de hacerlo en el futuro.

 

 

Karoo Teatro

El escenario es un gran muestrario de cicatrices. Un espacio compartido, durante un lapso de tiempo pactado, por personajes que se esfuerzan en taparlas, en sobrevivirlas, pocas veces encarándolas. En su mayor parte, las disfrazan sin darse cuenta de que las heridas siguen supurando y ellos viven dentro de ese desierto donde sólo se escucha el aullido del dolor. Los espectadores las reconocen, escudados en el silencio. Mientras, los personajes deberán optar por la batalla y reabrir las suturas o esperar en vano que alguien les salve de las murallas que el terreno baldío ha alzado contra el intruso…

 

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