Existe un abanico que es de Margaret Windermere… aunque también podría ser de Molly Erlynne. Y existe un marido que es de Margaret Windermere… aunque, curiosamente, también podría ser de Molly Erlynne.
Lady Windermere es una puritana, y miss Erlynne… digamos que no lo es, aunque, a lo mejor, al final, resulta que las dos son… lo que ninguna se esperaba. Lo cierto es que no hay que fiarse de las apariencias, porque siempre resultan adorablemente engañosas.
El abanico de Lady Windermere Ramón Paso que se desarrolla a lo largo de un mefistofélico enredo familiar donde nadie es quien creía ser. En esta ocasión se presenta en el Teatro Lara en versión libre de Ramón Paso -actualizando la esencia de Wilde sin perder su sabor- con un montaje moderno y atrevido de la misma compañía que ya te sedujo con La importancia de llamarse Ernesto.