Foto: Pablo Sarompas
Juan Carlos Pérez de la Fuente dirige una adaptación tragicómica firmada por Ignacio García May sobre la novela policiaca de Emilia Pardo Bazán.
Publicada en 1911, esta historia se considera el primer relato policial moderno de la literatura española. Emilia Pardo Bazán decidió indagar en la narrativa de misterio por la decepción que sintió ante la fórmula clásica inglesa, sobre todo representada por los libros de Sherlock Holmes o de Conan Doyle, de los que se burla en su texto someramente.
Además, la autora gallega explora aspectos más turbios y reveladores del crimen haciendo que su protagonista no sea un personaje intachable y amante de la ley, sino que también la trasgreda arrastrado por la emoción y la permeabilidad de los acontecimientos.
Su argumento se sitúa en el Madrid de principios del siglo XX, donde Ignacio Selva, un aficionado de las novelas policíacas, se convierte en detective de forma forzosa al tener que probar su propia inocencia tras haber sido acusado de asesinato. Para ello debe investigar a su círculo de amistades y resolver el crimen antes de que sea tarde. Así, a través de sus desventuras se genera una crítica a la sociedad burguesa y ociosa del Madrid de aquella época.