«Mi compromiso con Bernarda va mas allá de una relación entre actriz y personaje»
Pilar Ávila es la autora y una de las intérpretes de Bernarda y Poncia (Silencio, nadie diga nada), un texto original que viene a ser la secuela de La casa de Bernarda Alba, donde la matriarca y la ama de llaves ajustan cuentas con el pasado y sacan a la luz secretos que no fueron revelados en la obra original de Lorca.
Pilar Civera es su compañera de reparto dando vida a la criada de Bernarda. El maestro Manuel Galiana es quien dirige este texto valiente, porque hay que ser muy osada para seguir dibujando un universo creado en origen por el gran genio granadino. Pero Pilar Ávila lo es, y supera con nota este gran examen al que ella misma ha decidido enfrentarse por la enorme impronta que le ha dejado el llevar tantos años metida en la piel de Bernarda Alba.
Pilar Ávila es la creadora de Bernarda y Poncia
Por Sergio Díaz
Ha habido muchas versiones de La casa de Bernarda Alba y muchas grandes actrices han interpretado a la matriarca de la obra, pero en estos tiempos contemporáneos si a alguien se le puede asociar con ella es a ti. ¿Cómo es tu relación con Bernarda en todo este tiempo que llevas con ella?
Mi relación con ella es de entendimiento absoluto, desde el primer momento que este personaje se presentó en mi camino, visualicé una mujer totalmente víctima de un destino despiadado dentro de una sociedad patriarcal elevada a su máxima expresión, una imposición educacional oscura carente de sentimientos, síntoma de debilidad, una opresión sin límites hacia las mujeres sin ninguna vía de escape. Ese fue un primer esbozo cuando tuve ante mí un texto de tal calibre como La casa de Bernarda Alba, ahora había que levantarlo del papel, dar vida al personaje. Nunca lo he contado, pero con solo una lectura sentí que me traspasaba. Han sido cinco años representando la obra en Estudio2 Manuel Galiana, con la dirección de Óscar Olmeda, y es cierto que fue un montaje muy especial, tal vez una conjunción entre un texto magistral, una dirección y un trabajo actoral cargado de energía y fuerza. En ese tiempo conviviendo con ella llegamos a tal grado de compenetración que supe que necesitaba seguir hablando.
Este texto quiere mostrar lo oculto de estas mujeres. Lo define define en una frase: «No todo es como uno cree, la gente no es de fiar, como no te hagas fuerte te comen», eso implica por tanto desarrollar una fuerza inusual por puro instinto de supervivencia.
Y tras tanto tiempo metida en su piel habrás llegado a conocerla bien. ¿En qué momento decides contar la vida de Bernarda Alba más allá de lo que nos dejó escrito Lorca?
Al muy poco tiempo de conocer e interpretar a este personaje generó en mí muchas inquietudes, muchas preguntas a las que desgraciadamente el autor nunca podría responderme. De momento, interpretar al personaje calmaba mi ansiedad de saber más, pero todo cobra más intensidad cuando dejo de subirme a un escenario de su mano, es entonces cuando comienzan a situarse las ideas en mi cabeza y, poco después, la pandemia me paró en seco, como nos pasó a todos, propiciando que me sentará a escribir un texto. Así surgió.
En este texto has querido que el público conozca otra versión de ella. ¿Por qué has querido mostrar su lado un poco más ‘humano’?
Porque Bernarda ES humana, muy humana. Siempre se nos ha presentado un prototipo de mujer insensible robótica hasta en la circunstancia más extrema como es la muerte de una hija, pero por muy fría que seas algo se te desgarra por dentro en una circunstancia así, al menos a mí me ocurría cuando interpretaba ese momento. Y quise saber qué había pasado en la vida de esta mujer para no ser capaz de poder mostrar ningún sentimiento, y créeme que la respuesta que encontré me sobrecogió, entendí su universo.
Se ha mostrado el cómo, pero no el porqué. ¿Qué había dentro de esta mujer? Bernarda ha tenido dos maridos, cinco hijas, una madre y un padre, dentro de un estatus… había tanto que contar. Siempre he sentido que Bernarda era una armadura llena de sufrimiento.
La esencia de la obra, el ambiente que se recrea en tu texto es el mismo que en La casa de Bernarda Alba, salvando las distancias, ¿tu creación pretendía ir por ese mismo camino naturalista, austero y de poesía desgarrada? Imagino que no podría ser de otra manera…
No podía ser de otra manera, así es. Ella es de allí, de ese mundo, de esa casa, la fragilidad en este personaje se hace patente en la poesía, está presente en el ambiente en su interior.
Al lado de Bernarda está su inseparable criada, con la que mantiene también una relación extraña. ¿Qué Poncia vamos a ver aquí?
Es una Poncia fiel, preocupada, generosa pese a todo. El tiempo, los conflictos, las ilusiones y las desgracias, toda una vida juntas las ha llevado a establecer una convivencia adscrita a unos códigos marcados por esa sociedad de pueblo sin rio, ¿cuál es esa relación entre ambas cuando nadie está observando? Poncia guarda con Bernarda una dualidad de sentimientos antagónicos, la odia y la quiere, aparentemente no son nada la una de la otra, pero ¿y si eso no es verdad?
¿Qué conflictos abordan ambas e intentan resolver ocho años después?
Principalmente el de desvelar y resolver los enigmas ocultos que La casa de Bernarda Alba dejaba entrever, algo así como abrir las ventanas de cada una, sentimientos asfixiados pero no muertos que aún respiran silenciados, nunca revelados, afrontar los secretos escondidos bajo llave.
Pilar Civera hace, al igual que tú, un trabajo extraordinario. ¿Qué nos puedes decir de ella?
Pilar Civera lleva el nombre de Poncia tatuado en su piel. Ella es una extraordinaria actriz de amplia trayectoria, sobre todo internacional, y es aún mejor persona. Nos encontramos en La casa de Bernarda Alba y este texto no podía contar con ninguna otra actriz que no fuera ella.
El tercer elemento del montaje es Manuel Galiana, un gran referente de nuestras Artes Escénicas. ¿Cómo es trabajar con él? ¿Cómo es su manera de dirigir?
Me gustaría poder decir del maestro algo que no se haya dicho ya y que le encumbre a la cima de la excelencia y…, no sé como expresarlo, tal vez así, ante él no tengo palabras, no las hay.
Trabajar con él implica mucha responsabilidad y respeto. Manuel Galiana imparte sabiduría teatral, dirige como actúa, con la naturalidad propia de quien está en su hábitat, basándose principalmente en el texto, perfecta dicción y dejar que las emociones de los personajes entren en el actor. Su dirección conlleva su sello de autenticidad, dirige un teatro humano donde los personajes sienten, sufren, ríen, un teatro donde sale la esencia por cada poro del actor, solo así consigue que se llegue a traspasar la cuarta pared.
Y hay un cuarto elemento que no podemos olvidar. ¿Qué significa Lorca para ti?
Para mí, Lorca es uno de mis referentes dentro del mundo del teatro, siento verdadera admiración por sus textos y su poesía, nadie como él ha sabido imprimir a las palabras la fuerza de los sentimientos más pasionales y dominantes y, a la vez, envolverlas con la mayor de las sensibilidades. Su presencia nos la arrebataron demasiado pronto, nos privaron de su genio, pero alcanzó la inmortalidad. Lorca representa en sus obras dolores universales, tal vez por eso siempre está vigente, quizá por eso siempre seguirá vivo.
Jugando a imaginar, ¿Qué crees que pensaría él de tu texto? ¿Crees que él hubiese descrito la relación entre ambas como lo haces tú?
Alguna vez me he preguntado esto y lógicamente no sé que decirme. Me quedo con la valoración que hizo Ian Gibson, que dijo que a Lorca este texto le habría gustado.
En La casa de Bernarda Alba, Lorca venía a dibujar una España cainita, violenta, sectaria, machista… Tú que te has adentrado muy a fondo en ese universo, ¿crees que hemos cambiado tanto como país en esos aspectos casi un siglo después?
Lorca retrata a la perfección esa sociedad patriarcal costumbrista y oscura que aun hoy en día me atrevería a decir que persiste vestida de otros colores. Desgraciadamente queda mucho por hacer, hemos avanzado, por supuesto, hemos recorrido un camino importante y quiero creer que llegaremos a entender la individualidad de cada persona dejando a un lado el género, nadie es más que nadie, pero se me nubla el pensamiento cada vez que miro a mi alrededor. Contamos con armas importantes y hemos de utilizarlas, la educación, la cultura, el respeto hacia otro ser humano. Tenemos una difícil tarea por delante, no es imposible lograrlo, pero en mi ideario está muy presente la creencia de la individualidad y con la educación como estandarte lo conseguiremos.
Has formado parte durante muchos años de Martes Teatro. ¿Qué nos puedes decir del aprendizaje y de tu trayectoria en esa compañía?
Martes Teatro para mí es casa. Fue formar un hogar teatral donde indagar, avanzar y formarme en la profesión. Sigo colaborando activamente con la compañía, con la obra Baile de Huesos en la que comparto reparto con Manuel Galiana. Afortunadamente esta es la octava temporada en cartel y espero que aun queden más, no me cansaría nunca del personaje que interpreto en esta obra. Hablar de Martes Teatro es hablar de teatro de calidad, de textos cuidadosamente elegidos, de cariño, de una apuesta por alcanzar el máximo en cada uno de los montajes que ponen en pie, de admiración, entendimiento, coraje y pasión por el teatro. Guardo ese tiempo como un regalo de la vida.
Ahora esta obra la levantas con la Compañía De Teatro Íntimo. ¿Qué camino quieres recorrer en esta nueva aventura? ¿Qué tipo de teatro queréis mostrar al público?
Principalmente un teatro de emociones de sentimientos, un teatro donde la vida de los personajes se eleven por encima del actor, un teatro donde disfrutar de otras vidas ajenas a nosotros nos lleven a trasmitir a los espectadores la pasión por esta profesión.
Sé que me vas a decir que no se pueden hacer comparaciones, pero ¿te gustaría ser como Lola Herrera en Cinco horas con Mario? Una actriz para siempre asociada a un personaje como en tu caso sería con Bernarda Alba.
Creo que de cada personaje que he interpretado me he ido quedando con algo, pero es cierto que Bernarda es la que más me ha marcado, estoy ligada a ella, así lo siento, mi compromiso con Bernarda va mas allá de una relación entre actriz y personaje, es un pacto entre ambas de entendimiento y respeto.
Los intérpretes somos inquietos, curiosos, siempre con el deseo de que lleguen personajes a nuestras manos, no me veo asociada a un personaje porque me gustan los retos, no suelo conformarme, necesito novedades, pero cierto es que jamás diría que no a un personaje como Bernarda Alba.
Te conocíamos como actriz y aquí conocemos tu faceta de dramaturga. ¿Vas a seguir explorando esa vía? ¿Tienes en mente seguir imaginando la vida de grandes personajes de la literatura o crear textos más de tu universo personal?
Siempre me gustó escribir, me atrae mucho, para ello cuento con la imaginación que a veces te cuenta y otras no, pero es cierto que disfruté mucho escribiendo este texto… así es que mi respuesta es sí, seguiré experimentando. Mi intención no cuenta con ninguna propuesta, creo que me dirige la necesidad, apostaría quizás por todo lo contrario, por la comedía, un campo difícil al cual me gustaría asomarme, de momento solo es una pretensión. El tiempo dirá.
Llevas tiempo haciendo un gran trabajo sobre los escenarios. ¿Estás contenta con tu trayectoria? ¿Crees que tienes el reconocimiento que mereces como actriz? ¿Esperas conseguirlo también como dramaturga?
La verdad es que lo importante es la satisfacción personal de cada una, y en ese sentido me siento feliz, me considero una privilegiada, pese a estar en los tiempos que estamos, no he dejado de subirme a un escenario. No voy a negar que mi meta sería más amplia, recorrer espacios escénicos diferentes, coquetear con el cine y demás ambientes actorales, lo normal, porque como te decía antes, los intérpretes solemos ser gente inquieta y siempre necesitamos experimentar. En mi carrera he tenido la inmensa suerte de aprender con grandes de la escena y eso ya es suficiente satisfacción, y aún espero que me quede mucho por hacer.
Con relación a mi carrera de dramaturga, no se dónde me llevará, pero sí quiero seguir investigando en esta faceta, me reconozco inconformista conmigo a misma, exigente, espero que de nuevo algún personaje me vuelva a inquietar tanto como lo ha hecho Bernarda para necesitar meterlo en mi imaginación. Lo que me ha aportado este texto es sobre todo paz interior.
Por último, hace poco has representado la obra en Valderrubio, concretamente en la casa Museo de Federico Garcia Lorca, ¿cuéntanos esa experiencia y como han acogido este texto?
Esto ha sido una experiencia única, irrepetible, una noche mágica vestida de sensaciones tan especiales que me hicieron sentir estar viviendo fuera de la realidad, lo recordaré siempre. Gracias al Patronato Museo Federico García Lorca, este texto aterrizo en la casa museo Federico Garcia Lorca en Valderrubio. En principio se concibió representarlo en la Casa Museo Bernarda Alba (la casa original de la familia donde Federico encontró la inspiración para escribir esta obra maestra), posteriormente y por condiciones de mayor aforo se decidió representar este texto en su propia casa. El público asistió hasta llenar todo lo permitido, y los personajes emergieron en ese lugar cargados de una esencia lorquiana difícil de definir ante unos espectadores que impregnaron el ambiente de silencio y atención, creándose una comunión total entre ambos. Los aplausos del final con el público puesto en pie, nos devolvieron a una realidad donde se cumplió un sueño.
Lleváis desde Junio en el Teatro Lara con gran aceptación de público. Estamos en Noviembre y seguís programadas. ¿Por qué hay que ir a ver Bernarda y Poncia?
Sí, estamos ya en noviembre y seguimos en cartel, ahora todos los viernes. El Teatro Lara acogió este proyecto desde el principio sin dudar y ha hecho que Bernarda y Poncia se sientan en su casa. Tenemos la inmensa suerte de contar con un público que ha acogido este texto como algo a tener en cuenta y nos regalan con su asistencia la recompensa mas preciada por la que los intérpretes trabajamos cada día: sus aplausos.
Bernarda y Poncia (Silencio, nadie diga nada), es una obra ligada a La casa de Bernarda de Alba, ocho años después de aquella trágica muerte de Adela… Desde aquí arranca y durante 90 minutos desvela el alma de estas dos mujeres, lo que no se sabe, las preguntas de cada una, su relación mas secreta, su enfrentamiento constante por una unión de vida hasta derivar en el saber mas íntimo de cada una ante un hecho inminente que planea entre ellas como final.