Foto: maykiso
La risa nos iguala a todos, como lo hace la desnudez y como lo hace la muerte; desde el más poderoso de los humanos al más humilde todos sentimos miedo, todos tenemos hambre, todos defecamos, todos lloramos y todos reímos.
Y Cantó la Gorda celebra esta esencia y nos recuerda que estamos vivos y que la risa es y será siempre una herramienta, un arma, una depuradora que nos purga de la mezquindad y de los sufrimientos de la cruda realidad y nos permite filtrar el mundo y hacerlo más digerible. La Risa y la Muerte se unen en el escenario con la loable misión de recordarnos que: La vida es algo para disfrutar, no para padecer.