La actriz, monologuista y dramaturga Sandra Marchena es la impulsora de esta obra: Sincronía (Una comedia amarga). Se trata de una comedia amarga, tal y como la define su autora en el propio título, en la que María, una actriz que escribe autoficción, y Jose, un dramaturgo que no publica sus obras, se reencuentran tras dos años sin verse, buscando piso de alquiler.
¿Coincidencia o Sincronía? ¿Existe un paralelismo entre el compromiso emocional y el vocacional? El espacio físico de ese piso vacío en el que se desarrolla la acción, actúa como catalizador del diálogo y se convierte en un cruce de caminos entre el pasado y el presente de los protagonistas -dejando entreabierto un futuro desconocido y enigmático-.
Sincronía (Una comedia amarga) es una búsqueda vital y creativa que acarreará consecuencias inesperadas a sus protagonistas.