“En esta versión fusionada con flamenco pretendo que los cuerpos vibren con la palabra de Lorca”
Paco Sáenz, dramaturgo, director e impulsor de La Encina Teatro, vuelve a reponer en su espacio La casa de Bernarda Alba, una obra que ya nos emocionó en su estreno allá por 2017 con un elenco completamente masculino y que ahora vuelve remozada y fusionada con flamenco.
La casa de Bernarda Alba de Paco Sáenz
Por Sergio Díaz
Paco, eres un gran experto en la obra de Federico García Lorca. ¿Qué tiene Lorca que tanto te fascina?
Lorca es y será un dramaturgo que habría podido sorprendernos constantemente si no le hubieran arrebatado la vida. Sus obras son de una diversidad tremenda. No me refiero a las más conocidas, estoy hablando del computo de todas. Por eso me fascina estudiar y analizar en profundidad sus textos. Y llevarlos al trabajo de laboratorio con los actores y las actrices.
Estrenaste esta obra en 2017 con gran éxito de público y crítica tras dos temporadas en cartel. ¿Por qué has creído conveniente volver a reponerla ahora?
La casa de Bernarda Alba la monté primero con hombres interpretando papeles femeninos, no desde lo físico del cuerpo o maneras femeninas, sino desde el cuerpo masculino. Para ello hay que trabajar con los actores la búsqueda de la parte interna femenina que todos tenemos y ahondar en ella para sacar las emociones como mujer en el cuerpo de hombre, arrastrar sentimientos y formas con la suavidad o brusquedad que Lorca imprime en esas mujeres.
Esta vez fusiono todo esto con flamenco y cuerda en directo. Guitarra, viola y bailaora se funden con los actores para conseguir llevar al público estas emociones. Por ese motivo despierto de nuevo a esta Bernarda. Siempre hay algo más que contar.
¿Por qué elegiste un elenco masculino para llevarla a cabo? ¿Querías romper con las convenciones sociales establecidas?
Más que romper, que en su momento ya lo hice, quiero profundizar de nuevo en el trabajo de laboratorio sobre la palabra entrañada, sobre su fuerza. Y llevarla a las manos de los músicos y al cuerpo de esa bailaora. Que juntos formemos un solo cuerpo con distintas apariencias exteriores, pero con unas emociones claras y definidas de esas mujeres, de sus hastíos, de sus miedos, de sus sueños y de sus frustraciones.
La casa de Bernarda Alba es poesía desgarrada. El flamenco es desgarrar el alma en cada palabra. ¿Son la hibridación perfecta?
Con este nuevo trabajo fusionado con el flamenco pretendo que las cuerdas y los cuerpos vibren ante esa Palabra de Lorca. Que las emociones nos invadan creando esa forma unigénita de trabajo duro que suma el desgarro de una cuerda, el baile y los cuerpos de los actores, la voz hecha texto de Lorca.
En La casa de Bernarda Alba, Lorca venía a dibujar una España cainita, violenta, sectaria, machista… desde tu perspectiva, ¿crees que hemos cambiado tanto como país en esos aspectos casi un siglo después?
Sinceramente creo que no hemos cambiado tanto interiormente. Es verdad que exteriormente parece que los pinceles marcan otro dibujo de esta España, pero desgraciadamente hay casos que se suceden de violencia machista, homofobia, mujeres dominadas aún por esos hombres que se creen con derechos sobre ellas, por ser sus parejas… Y esto si lo extrapolamos a los pueblos citados y descrito por Lorca, aumentan lamentablemente. Culturalmente ese machismo sigue arraigado en muchos hombres como si fuera una herencia que les pertenece. Por todo esto y más pienso que los pinceles quieren cambiar la tonalidad del lienzo, pero que ese lienzo tiene colores de dolor, maltrato, violencia, incomprensión… Todas ellas denunciadas o criticadas en las obras de Lorca.
¿Habéis girado con esta obra por otros países?
Girar con la obra es algo que tenemos contemplado, ya que giro prácticamente todos mis trabajos por Sudamérica, siendo Uruguay el país que llevo en mi corazón por todo lo que siempre me dio, por haber podido dirigir a actores y actrices con muchísimo talento del país, y por supuesto por haber podido contar con un mecenas de la cultura uruguaya que siempre me apoyo allá, que es Coco Leis. Esa es una gran diferencia sobre el apoyo que muestran a la cultura y a creer que es la base para crecer. Coco Leis es un gran entusiasta y conocedor de la obra de Lorca, y no podría dejar de nombrar a otra persona que es su hija Macarena Leis, que siempre apoya todo lo cultural en general y nuestras giras por tierras uruguayas, en particular. La gira trataremos de hacerla como siempre hacemos, remándola desde nuestro esfuerzo y economía, aunque cada vez nos lo ponen más difícil.
A Lorca nos lo mataron en su plenitud. ¿Alguna vez has imaginado cómo hubiera sido su vida personal y profesional si hubiera escapado de aquella noche fatídica de agosto? Si se hubiera ido con Margarita Xirgu a Sudamérica, por ejemplo.
Margarita Xirgú es el mayor referente allá cuando se habla de Lorca. Ella creó escuela, espíritu y alma de un modo de interpretación. Es difícil suponer qué cosas hubieran hecho juntos. Creo que Lorca hubiera crecido más y más y que no solo se habría quedado en la obra que nos pudo dejar por su corta vida, segada por un cobarde. Él ya triunfaba por aquel entonces en Buenos Aires, Montevideo, etc.. Habría hecho cosas grandes y nosotros podríamos haberlas disfrutado.
¿Qué balance haces del proyecto La Encina Teatro? ¿Está resultando como imaginaste cuando comenzaste con él?
La Encina es el proyecto que hice con todo mi amor para que sirviera efectivamente como puente cultural entre España y Uruguay. Creo que está al servicio de transmitir la Cultura, y para que recalen compañías de allá que vienen con mucho esfuerzo, y que no tienen el reconocimiento que deberían tener aquí por desconocimiento de ellas. Es muy costoso el poder venir acá desde allá. Habría que luchar porque se facilitara más su venida a nuestros teatros y así poder crecer juntos. El trasvase de conocimientos sería mutuo y enriquecedor sin duda. Yo lo vivo constantemente cuando dirijo a actores y actrices españolas y cuando lo hago con actores y actrices uruguayas.