Fotos: Fernando Marcos (2020)
El Teatro de la Zarzuela acoge una nueva versión de la clásica obra de Pablo Sorozábal con un montaje repleto de canciones y momentos de humor. Una obra que cuenta con la dirección musical de Alondra de la Parra y dirección escénica de Emilio Sagi.
Estrenada en Madrid en 1934, su libreto fue escrito por Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño y se considera una de las producciones más emblemáticas de la zarzuela por su mezcla de comedia, romance, crítica social y la belleza de su música.
En la plaza Delquevenga del Madrid de los años 30 hay un bar, un taller mecánico y una floristería llamada El manojo de rosas. En esta última trabaja Ascensión, una mujer venida a menos pero orgullosa de su empleo y su condición obrera. Ascensión está pretendida por Joaquín, el técnico del taller, y Ricardo, un apuesto señorito metido a piloto. La florista termina eligiendo a Joaquín pero su padre, don Daniel, no tiene el mismo parecer e intercede para que se case con Ricardo y vuelva a recuperar la posición social perdida.
Al mismo tiempo, Capó, un compañero de Joaquín, corteja a Clarita, una manicurista con aspiraciones culturales. Capó tiene como rival a Espasa, un camarero que presume de su cultura y sabiduría por medio de palabras rocambolescas y frases rimbombantes. Las situaciones se van desenvolviendo a través de la música de Sorozábal, la cual combina ritmos populares como el pasodoble, el chotis y la habanera, reflejando la vida madrileña y dando una personalidad vibrante al espectáculo.