En Diálogos de la basura un estrafalario mendigo convoca con su cantinela a los estupefactos ‘lugareños’: quiere conseguir apoyo para su enigmático ‘Plan infalible’ que, dice, solucionará los problemas de España y aún del mundo. Uno de los asistentes se postula para ayudarle y convertirse en su Asesor con la secreta intención de robarle su ‘Plan’.
En torno a un carro de hipermercado lleno de sorprendente basura, asistimos a una cruel y descarnada lucha por un poder imaginario donde, por el azar de las basuras se cuelan, además del poema El Mendigo de José de Espronceda, fragmentos del entremés La Cueva de Salamanca y de El Quijote de Cervantes; de Discurso de todos los diablos, Sueños y El Buscón, de F. de Quevedo; de La Biblia; de El valiente justiciero de Agustín Moreto; de Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina; de La gran Semíramis de Cristóbal de Virués y de La vida es sueño de Calderón de la Barca. Así como titulares y reseñas periodísticas pasadas, presentes y futuras. Y todo vendrá a cuento.
Con una puesta en escena intensa e impactante donde Francisco de Quevedo y Calderón de la Barca se dan la mano con YouTube o el rap, plagada de ironía y giros de guión , el público -‘los lugareños’- no estarán de brazos cruzados y deberán arrimar el hombro en esta trama circular impregnada de un humor corrosivo y en la que la corrupción, la intriga, la mentira, la hipocresía, la desigualdad, nos acercan a la realidad cotidiana.