Fotos: Bárbara Sánchez Palomero
Esta obra de Carolina África es la continuación de su aclamado montaje Verano en diciembre, y cuenta el eterno e inevitable retorno de unas hijas al nido de su madre, aunque ese hogar no sea un refugio añorado y necesario sino el lugar incómodo del que se huyó, en el que no es posible ser quien queremos ser, pero del que las circunstancias no nos dejan escapar.
En Otoño en abril asistimos a una nueva andadura de los personajes que ya conocemos de Verano en diciembre, y les vemos avanzar por un camino más amargo, mientras damos la bienvenida a nuevas generaciones. Los conflictos y abismos familiares de estas cinco mujeres ansiosas por florecer en una primavera ahogada por la lluvia de abril, explotan con toda su fiereza y belleza. Les tocará dar el paso de ser hija a ser madre, convivir con el abismo generacional y tecnológico, abandonar la protección y aprender a darla, dejar volar, sufrir, amar, reír, perdonar y atacar como en las mejores peores familias.