Las arias más brillantes de la lírica sirven como excusa para la pugna entre un director de orquesta y las dos sopranos que ensayan el repertorio para la gala de mañana. El enfrentamiento verbal y musical entre los tres tiene como base los argumentos operísticos. Argumentos que, según una de las partes en disputa, presentan los personajes femeninos bajo un concepto falso y anacrónico. Lo cual es interpretado desde el lado feminista como una vejación a la mujer moderna y liberada.
La propia controversia va creando cada vez situaciones más disparatadas, de tal forma que la música se convierte en efectivo militar de un bando contra el otro. Sin embargo, asistimos a la paradoja de ver cómo las razones objetivas y racionales son a veces arrinconadas por la emoción que causa el arte y la belleza.
En el espectáculo se interpretan fragmentos de La Bohème, Madama Butterfly, Carmen, Gianni Schicchi, Aida, Otello, Rusalka, Don Giovanni, El manojo de rosas, La Traviata, Les contes de Hoffmann, La tabernera del puerto, Samson et Dalila, etc.