¿Que es aquello mágico que hace de Our Town una obra atemporal, afianzándose cada día, año a año, entre los espectáculos más representados del orbe?
Grover’s Corner es una pequeña población del este de los Estados Unidos, pero se ha convertido, con el tiempo -ese transcurrir al que le daba tanta importancia Wilder- en cualquier pueblo y todos los pueblos de este.
Our Town nos desvela que la felicidad de vivir reside en esos pequeños momentos («un valor por encima de todo premio») que pasan tan desapercibidos que parecen carecer de sentido: la pregunta de un niño, una caricia de una hija a su padre, un vestido acabado de planchar, una voz en la calle llamando a alguien a cenar, un encuentro fugaz… Nacer, crecer, casarse, trabajar, tener hijos y morir. La vida y la muerte, vivir y morir.