Dramaturgo, director y cineasta, Milo Rau fundó en 2007 la compañía teatral y productora cinematográfica International Institute of Political Murder (IIMP). Desde entonces, sus obras han conquistado los principales escenarios internacionales exhibiéndose en festivales como el Festival d’Avignon o el Berliner Theatertreffen.
El teatro político de Rau se caracteriza por analizar la realidad del mundo sobre el escenario. Por enhebrar la verdad humana con la escénica. Por reconstruir historias reales rompiendo sin piedad los tabúes de nuestra época.
Sus creaciones exponen, con sinceridad y valentía, temas que han sacudido los informativos de todo el mundo como la gestación del genocidio de Ruanda, el proceso judicial de las Pussy Riot, la historia del mayor asesino de niños de la historia de Bélgica y, en esta ocasión, la gran crisis de los refugiados que vive Europa.
¿Qué entendemos por refugio? ¿Y por casa? ¿Cómo pueden abordarse el dolor, la pérdida y los nuevos comienzos en escena? Milo Rau ha estudiado durante años los mitos y realidades de Europa y, a modo de conclusión de su Trilogía Europea, Empire presenta primeros planos biográficos de personas que han venido a Europa como refugiados o que viven en sus periferias.
En Empire, actores de Grecia, Siria y Rumanía hablan de la tragedia artística y real, de las torturas, huidas, penas, de la muerte y renacimiento. ¿Qué pasa con las personas que han perdido todas sus pertenencias o su tierra natal por la crisis y la guerra? Dos actores que representan a la antigua y tradicional Europa comparten escenario con dos actores sirios que recientemente han huido a Francia y Alemania. En la década de los setenta, el griego Akillas Karazissis descubrió el mundo hippie, las fiestas del Lonely Hearts’ Club y el teatro en Heidelberg. Más tarde, en el clásico teatro griego de Epidauro, interpretó a los grandes guerreros y héroes trágicos. Maia Morgenstern destacó en las películas de Angelopoulos e interpretó a María, la madre de dios en La Pasión de Cristo, de Mel Gibson; ahora es directora del Jewish Theatre Bucarest. El actor Rami Khalaf huyó a París con un pasaporte rumano falsificado y trabajó allí en una emisora de radio siria mientras revisaba miles de fotos de las víctimas asesinadas del régimen sirio en busca de su hermano perdido. El kurdo Ramo Ali pasó varios meses en las cárceles de Assad, en cuyos interrogatorios torturaban y usaban técnicas de psicoanálisis. En Alemania, comenzó a contar sus historias de huida sobre los escenarios. Las cuatro biografías, íntimas y aún así narradas a una escala épica, crean un retrato de un continente cuyo pasado se ha fracturado muchas veces y cuyo futuro es incierto.
La radio pública alemana Deutsche Welle consideró que la primera parte de la trilogía europea de Milo Rau era «un retrato radical de una sociedad, un cuadro de Europa». Y esta tercera y última parte, el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung la ha calificado como «el teatro de Eurípides pensado en el presente».
Con Empire, Rau continúa el análisis de las raíces culturales, el presente político y el futuro de Europa, un continente atrapado entre los antiguos mitos y un presente imperial.