«El público es el cuarto amigo en la función»
Por Álvaro Vicente / @AlvaroMajer. Contenido actualizado a 2 de julio de 2020.
El Teatro Lara subirá el telón el 8 de julio tras ciento veinte días cerrado al público. La obra que inaugura esta era post-COVID será Cádiz, la comedia dirigida por Gabriel Olivares y escrita por Fran Nortes, que también es uno de los actores que la protagoniza junto a Nacho López y Bart Santana. Os dejamos a continuación la entrevista que hicimos al director con motivo del estreno de la producción en noviembre del año pasado.
Cádiz es una de las grandes apuestas de la temporada en el Teatro Lara, que se ha involucrado en la producción porque quiere seguir apostando por textos fuertemente agarrados a la cotidianidad contemporánea. Si como dice el director y programador del teatro, Antonio Fuentes, el público siempre se identifica con lo que ve en su escenario, en este caso, Gabriel, ¿con qué se va a identificar más?
El público que venga a ver Cádiz se va a encontrar con una comedia sobre la amistad masculina, y más concretamente hablamos de la amistad entre cuarentones, pero cuarentones que se niegan a crecer o a asumir su edad.
La obra es de Fran Nortes, con el que te une una fructífera relación laboral…
Sí, es el tercer texto de Fran, que además es uno de los intérpretes de la función, y he tenido la suerte de dirigir los tres textos que ha escrito.
Entiendo que esa complicidad habrá hecho que el proceso creativo sea fácil…
El proceso ha sido muy divertido, porque haciendo una comedia, si no te diviertes, es raro. Pero sobre todo, ha sido un proceso súper feliz. Ha sido un reencuentro feliz con dos personas con las que hacía tiempo que no trabajaba, el propio Fran Nortes y Bart Santana, y luego conocer a Nacho López, con el que nunca había trabajado. Ha sido muy fácil, hemos montado la función muy rápido, yo creo que en tiempo récord, porque a la tercera semana de ensayos ya teníamos la obra montada. Para mí, lejos de que eso parezca que ha sido un proceso precipitado, es señal en este caso de un entendimiento total.
Habéis optado por una puesta en escena donde el público rodea la acción. ¿Por qué?
La idea de que el público rodee la acción y que esté tan cerca de los actores tiene que ver con que, como sabía ya de antemano que la obra iba a la sala pequeña del Lara, tuve claro que no quería hacer una apuesta convencional, frontal, que es lo que suelo hacer. En este caso quería extremar ese componente de la cercanía, que ya existe de por sí en la sala Lola Membrives del Lara. De hecho hemos colocado casi 20 butacas y forman parte, digamos, de la escenografía. Eso convierte al público en el cuarto amigo.
Además de buscar la identificación con el público, ¿tiene algo de terapeútico esta obra o la comedia en sí, la risa?
En general me gusta pensar que el teatro tiene algo de terapeútico, de sanador, porque al reconocer partes nuestras en los personajes que vemos sobre el escenario, nos permitimos hacer ciertos viajes interiores que en nuestra vida cotidiana no nos permitimos. En este caso, el humor que plantea Cádiz, con amigos que tienen muchos conflictos sin solucionar, en un lugar profundo al que no tenemos fácil acceso, los personajes hacen salir todo eso a través de la comedia. Ojalá que, por proyección, consigamos un poco que los espectadores sean conscientes de esas capas que tenemos ahí un poco ponzoñosas, con las que nos acostumbramos a vivir, y creo que son muy fáciles de limpiar, porque se limpian simplemente prestando atención y reconociendo que las tenemos, dándote cuenta podemos empezar a disolverlas.
¿Por qué Cádiz?
Cádiz en esta función es como una arcadia feliz de estos tres personajes, un lugar de su juventud al que una y otra vez desean volver porque ahí estaba su cielo particular. Y lo que plantea la función es que esa ciudad, esa Cádiz, en este caso no es ni siquiera un lugar físico, es un estado de la mente, del corazón, que es imposible perder. Lo que sí puedes hacer es creer que lo has perdido, pero perderlo es imposible.
¿Qué aporta de nuevo esta obra, sobre todo en el tema de lo masculino?
Creo que hemos conseguido hacer una función única, que no es nada convencional ni en su planteamiento ni en la puesta en escena. Pero sobre todo tampoco es convencional en la manera en la que se acerca a la amistad masculina. En principio, podría parecer una comedia más de amistad entre chicos, pero hemos conseguido, creo, trascender eso y que sea una viviencia única y personal para el espectador.