#Dputucool es una sucesión de sketches humorísticos de lo más disparatado, todo rigurosamente en playback. A través del túrmixplayback: una mezcla ecléctica de referentes artísticos y audiovisuales, desfilan sobre el escenario una cantidad de personajes conocidos, de los universos más diferentes: desde Raffaela Carrá a Heidi, de una manera nunca vista antes.
Por Francesca Todeschini
Fotos: Erika Jurado
El espectáculo es un viaje delirante que parodia la sociedad que nos rodea “y como la sociedad en que vivimos es absolutamente esquizofrénica, ¡pues así es el espectáculo!”. Vistosas pelucas, olor a laca, máscara, tacones y muchas ganas de liarla parda: este es el sello de The Chanclettes, que se exhiben en un género que está entre el cabaret, donde, a diferencia de lo que sucede en el teatro, los espectadores pueden salir a tomar bebida y volver a entrar, aplaudir con frecuencia, levantarse y bailar; y el carnaval, una celebración de la vida con la subversión del orden establecido y de los papeles. No es casualidad que el lema de estos tres personajes excéntricos y travestidos sea: “La vida no es como es. La vida es como uno decide vivirla”. Josep Maria Portavella, Josep Coll y Xavier Palomino deciden vivir la vida con humor. La risa es el leitmotiv del espectáculo.
¿Quiénes son “The Chanclettes” y cómo os repartís el trabajo?
Josep María toma la palabra: «Xavi es juventud y coreografías, Josep es estilismo, serenidad, y virilidad y yo soy dirección y alcohol. Cada uno aporta al grupo lo que tiene». Nos reímos y sigue contándonos: «Aquí cada uno hace un poco de todo, y a la vez cada uno aporta lo mejor que sabe hacer. Xavier se licenció en teatro físico en el Institut del Teatre de Barcelona, es él quien elabora las coreografías. Josep Coll viene de Bellas Artes, empezó pintando cuadros y acabó pintándose la cara. “¡Me gusta el arte abstracto!” guiña Josep. Y además tiene otra carrera en ‘Biblioteconomía’. Yo en un principio estudié para ser técnico en medios audiovisuales, quien edita soy yo, quien busca es él. Yo le digo: “Oye, por favor, búscame el origen del Universo. Y él busca”.
¿Cómo ha nacido el espectáculo y porque se llama #Dputucool?
Josep M. : «El tema es que una de nuestras mejores amigas nos dio la idea del nombre del espectáculo: dputucool. Me acuerdo que estaba en un autobús en la calle Numancia con Diagonal, en Barcelona, hablando con ella por teléfono y me dijo “¿Cómo estás Josep?” y yo: “¡De puto culo!” y ella: “Esto es un buen nombre para un espectáculo de teatro”. El titulo nació así, el espectáculo ya se estaba montando. Queríamos que hablara de la actualidad, que fuera el más divertido de todos los que hemos hecho, que fuera el más dinámico, pero no sabíamos cómo llamarlo. De puto culo es una descripción de cómo vamos hoy en día, pero utilizando la grafía en inglés “cool”, tiene un sentido positivo. De hecho lo que hace el espectáculo es retratar la locura de la sociedad en la que vivimos, que tiene muchísimas cosas negativas, pero, en cambio, las lleva a un sitio muy positivo. La gente cuando sale de ver el espectáculo quiere irse de marcha y a bailar, le damos un chute de positividad. Es el preludio de una noche loca para que los espectadores salgan con ganas de irse de juerga. Y eso bebiendo de las cosas negativas que tiene la sociedad que nos ha tocado vivir. Porque la descripción que hacemos es muy heavy, si te lo planteas realmente de lo que habla es: por la mañana dos Trankimazin, a medio día dos Orfidal y por la noche tres Diazepam. Al final, no deja de ser un reflejo de lo que son nuestras vidas, nuestras preocupaciones, pero también nuestros momentos de alegría y, a veces, de desenfreno y locura. Por eso el tema de cada sketch es un poco ecléctico, pero el denominador común sigue siendo una descripción de nuestra contemporaneidad».
Josep Coll nos cuenta algo más sobre la creación de cada sketch: «Normalmente partimos de una idea, de un concepto, “queremos contar esto” o podemos partir de un tema de una canción, depende. De ahí empezamos a buscar textos, algunos los tenemos más controlados, otros requieren un trabajo de investigación más largo. Hoy es más fácil con internet, pero hace años nos poníamos a buscar a ver si encontrábamos esta película, o ese disco. Luego lo que hacemos es meter en un túrmix el texto de una canción, de un programa de radio, de una película o una serie. Buscamos diálogos imposibles. Y hace 20 años íbamos con los casetes, grabando y “toma el casete con lo que te tienes que aprender”. Ahora claro nos lo enviamos por email. Ha cambiado la cosa, es más fácil».
El hilo conductor del espectáculo es la risa, pero también decís que dependiendo de la edad, de la cultura, del momento e incluso del sexo, nos reímos por cosas distintas. ¿Corregís el tipo de humor según el sitio en que vais a actuar? ¿Y qué tal la recepción del público madrileño?
Josep M.: «Adaptamos el espectáculo allá donde vamos pero el tipo de humor es una cosa intrínseca del grupo. Cambiar el tipo de humor es difícil, iría en contra de nuestros principios, de lo que nos haría gracia a nosotros. Lo que pasa es que el espectáculo se tunea para cada sitio a donde va. Como decía mi abuela, “en Cataluña para ganarlos, pero en Madrid para gastarlos”. Madrid es la ciudad del mayor ocio de todo el estado español. Queremos hacer un espectáculo que tenga cantidad de anécdotas madrileñas y en eso nos lo hemos currado mucho. Y la respuesta ha sido fantástica, nos han acogido muy bien, vamos, impresionante, ¡un publicazo! Cada día tenemos más gente. El boca a boca en Madrid, a parte para hongos y para herpes, sirve para el teatro. Porque es la mejor fórmula para llenar una sala, déjate de mucha publicidad, reyes leones etc., aquí lo que importa es el cabaret, y además genuino, hecho aquí en el sur de Europa. Así que si quieren pasarlo bien que vengan a ver el mejor cabaret cosmopolita contemporáneo de Barcelona, por fin en Madrid hasta el sábado 21 de Septiembre, y si no, que continúen viendo Tele5, que para eso tienen las penas».