Fotos: © Lucie Jansch
El siempre creativo Robert Wilson ofrece a la gran Isabelle Huppert el trono de María Estuardo, la soberana que perdió la corona a causa de sus pasiones. María fue una mujer que combatió contra la historia para controlar su destino. La víspera de su ejecución, sigue luchando; lucha buscando la voz para interpelar a la justicia celestial. Escribe la historia. Su infancia transcurrió en la corte francesa. Una viudedad prematura puso fin a su danza. Lo recuerda. Regresó a Escocia. Hacer frente al cautiverio estaba en su naturaleza. Deseaba un hombre fuerte. Fue el comienzo. Contrae matrimonio, tiene un hijo y sobreviene la muerte. Nada es igual, la vida adopta un ritmo distinto. Católicos, protestantes, María, Isabel, el Amor, la Muerte. Huir fue su destino y así llego al final de su reinado. No trató de vivir a salvo. Intentó perpetuarse. En su última mañana de vida la reina María Estuardo vestía de rojo. Darryl Pinckney