Una pieza escénica que viaja del dolor al humor, sorprendentemente. Una anacrónica ruta que nos lleva desde Fuenteovejuna hasta una cadena de productos congelados llamada ‘La Sirena’.
Un aprendizaje a través de los siglos realizado por cinco mujeres… tal vez por muchas más.
Unas enaguas de fragilidad, de fuerza y de determinación.