Charlie Levi Leroy presenta El último viaje, un monólogo tierno, agradable; el monólogo de un amigo que se despide para siempre y busca resumir lo imposible.
Como todos los días ÉL va al parque a dar su paseo matinal pero se da cuenta de que a pesar de habitar el mismo paisaje la envuelve una soledad no conocida. La invaden los recuerdos de toda una vida que va contándose a sí mismo y poco a poco descubre su verdadera situación. Su último acto vital.
El escenario representa un espacio de un parque donde se encuentra un banco en un camino de gravilla rodeado de hierba, a su izquierda una papelera y a la derecha una farola. A medida que transcurre la obra se escuchan pasos y se ven al fondo sombras que desaparecen rápidamente. El personaje iluminado con la farola y luz cenital que a medida que avanza el monólogo va disminuyendo.
ÉL: Alrededor de setenta y cinco años, con sombrero, un traje raído, camisa abotonada y zapatos gastados, conserva su elegancia aunque las prendas están ajadas y denotan el paso del tiempo. En sus manos un periódico y una pequeña bolsa de papel donde lleva migas de pan.