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Los Teatros Luchana estrenan esta pieza de Áurea Martínez (guionista, dramaturga, directora y productora), cuyos trabajos abarcan los ámbitos del teatro, el cine y la televisión. En el ámbito teatral es autora de Y Venus conquistó su monte, estrenada en el Ateneo de Madrid en 2015. También es autora y directora de la obra El Pack, representada en los Teatros del Canal de Madrid en 2017.
Para esta nueva creación ha contado con la inestimable ayuda de varios maestros y maestras de la palabra como Juan Mayorga, Yolanda García Serrano, Fermín Cabal, Carlos Molinero, Arístides Vargas y Karl Valentín. Ellos y ella, grandes conocedores del alma humana y con un gran sentido del humor, le han prestado parte de alguno de sus textos, para que Áurea los ensamble y cree esta obra que, con grandes dosis de humor corrosivo, realiza una exhaustiva crítica política y social del mundo en el que nos movemos hoy en día. El poder de los medios de comunicación, la caterva de tarados que gobiernan nuestro planeta, la precariedad laboral o la contaminación medioambiental sin freno y sin control son algunos de los temas que se abordan en La sartén por el mando, una obra cuyos textos parten de dos premisas: el sentido del humor y el miedo, esa fuerza interior irracional que condiciona nuestros actos actor y nuestra vida.
A este certero retrato de lo que somos como sociedad le dan forma dos intérpretes con una gran carrera escénica a sus espaldas como son Balbino Lacosta (actor, director y profesor de teatro durante más de treinta años, que fundó en 2004, junto al gran José Sanchis Sinisterra, la Escuela Libre de Actores), y Roser Pujol (actriz que ha formado parte de montajes del calibre de La Sección dirigida por Carla Chillida, Yerma dirigida por Miguel Narros, Trágala Trágala y La Cantante Calva por Yllana, Hombres de Sergi Belbel y T de Teatre o La Ópera de los Cuatro Cuartos, de Calixto Bieito).
Y qué mejor que reírnos de nuestros miedos: el miedo a no ser nadie, el miedo a perder el trabajo, al rechazo, a la guerra…en una comedia sobre el poder de los medios de comunicación, la caterva de tarados que gobiernan nuestro planeta o la precariedad laboral. Una sátira en la que se ridiculiza a los poderosos, pero también a sus cómplices. Flashes de un tiempo desquiciado, aliñados con un humor lleno de cinismo.
