Por Sergio Díaz
Alberto Ammann, junto a Clara Méndez-Leite, son los impulsores de Teatro de las Culturas y la Escuela para el Arte del Actor, dos proyectos en uno que han venido a revitalizar la escena teatral independiente madrileña. Cuando se cumple un año de su apertura, Alberto hace balance de este inspirador viaje en común.
¿Cómo surge iniciar este proyecto? ¿Es un sueño mutuo?
Sí. Aunamos dos proyectos. Clara por su parte lleva años investigando y trabajando como docente, y con el proyecto de fundar una Escuela de Interpretación. Por mi parte siempre tuve la intención de tener una sala de teatro. También siempre me interesó el trabajo con alumnos, y a su vez Clara también había soñado con tener un espacio.
Construís sobre los cimientos de Teatro del Arte y Espacio Labruc, dos espacios referentes en el Teatro de nuestra ciudad. Imagino que la elección fue por practicidad, pero ¿os movió algo más? Lo digo porque muchos os agradecemos el hecho de que no hayáis dejado morir esas salas y continuéis, de alguna manera, con ese legado…
En cuanto al Teatro del Arte, llevábamos tiempo hablando con los dueños, mucho antes de que se pusiera en alquiler. Estas conversaciones se dilataron y necesitábamos definir un espacio en vistas al comienzo del curso lectivo. Estuvimos buscando sitios durante meses y encontramos Labruc; empezamos las obras de acondicionamiento y ya terminándolas nos llamaron los dueños del espacio del Teatro del Arte…
Un proyecto doble porque abristeis escuela (Escuela Para el Arte del Actor) y sala de exhibición (Teatro de las Culturas) a la vez. Aunque sean cosas independientes ¿Ambos proyectos van de la mano, se retroalimentan de alguna manera?
Efectivamente, ambos proyectos forman uno. Si bien el Teatro de las Culturas funciona principalmente como sala de exhibición, también desarrollamos algunas clases allí.
Por otro lado, la Escuela para el Arte del Actor cuya actividad principal es la de formación, también tiene una sala (de pequeño formato) para programación profesional (Teatro de la Escuela) con 45 localidades, y que pronto tendremos lista para que arranque su funcionamiento.
Empezamos por la exhibición. Tenéis dos salas. ¿Cómo y quién decide la programación para cada uno de los espacios?
La programación de ambos espacios se hace conjuntamente, en primer lugar estudiamos las propuestas entre un equipo de 3 personas, y posteriormente decidimos en cuál de los dos espacios encaja mejor y en qué marco de fechas.
¿Qué tipo de teatro es el que os interesa? ¿Tratáis de plasmar esas preferencias en vuestros espacios? Dentro de las posibilidades que tenéis.
Nos interesa el compromiso artístico.
La diversidad cultural y artística, lo que da nombre al teatro.
Diversidad para ampliar y completar la mirada.
Hablamos de diversidad cultural refiriéndonos a contenidos. A los temas y puntos de vista que pueden acercarnos diferentes colectivos y culturas, sus entornos geográficos, marcos históricos y sensibilidades.
Y hablamos de diversidad artística como diferentes lenguajes (disciplinas) de expresión y creación.
En este marco tratamos de generar un espacio mayor para la mujer creadora (directoras, actrices, productoras, etc). Y si, intentamos que nuestra linea de programación sea lo más coherente posible con estos puntos.
Me interesa mucho el proceso de elección de un montaje como Mujeres de paciencia salvaje, por ejemplo. Uno de los mejores montajes de 2018, a mi juicio. ¿Cómo es ese proceso? ¿Llega a vuestras manos el texto? ¿Lo perseguís vosotros? ¿Cuánto hay de ‘corazonadas’ al apostar por obras así?
En el caso de Mujeres de paciencia salvaje llegó a nosotros a través de Ximena Vera, a quien conocemos muy bien desde hace tiempo, y sabemos de su talento y compromiso. Así que no tuvimos dudas de que la propuesta sería interesante. Al ver el proyecto nos quedó claro que era una excelente obra para la sala del Teatro de las Culturas.
Respecto al proceso habitual, hay un poco de todo. Hay corazonadas, apuestas, ilusiones, cosas que llegan y cosas que se persiguen.
¿Tenéis en mente producir vuestros propios espectáculos?
Nos interesa, y justamente estamos estudiándolo en esta etapa. Pero iremos despacio ya que ha sido (y sigue siendo) muchísimo trabajo sacar el proyecto adelante.
¿Qué nombres van a pasar por vuestras salas en esta temporada 18/19?
Esta temporada hemos comenzado con la reposición de Mujeres de paciencia salvaje y Calígula debe morir ; y las obras El amante de los caballos, Parir, Ser y La noche del Sr. Smith;
También hemos organizado el festival LDC, Lecturas y Conciertos dramatizados como Música y Cultivos, el Club Plumilla y La Marta.
De cara a las navidades tenemos una programación dedicada a toda la familia y a los y las más peques, con El Mundo de Gael a partir de 0 años, Una navidad de cuento para peques a partir de 3 años, Una lágrima, un espectáculo de teatro-circo para todos los públicos.
De cara al comienzo de 2019 seguiremos con alguno de estos montajes y se suman Saraband y El gran Dios Brown, entre otros.
En este año de vida, por vuestro espacio han pasado montajes muy interesantes. En mi opinión, creo que estáis construyendo una sólida identidad escénica, que el público sabe lo que puede encontrar, un teatro contemporáneo, comprometido… ¿Lo percibís así?
Gracias. Esperamos que así sea, en esa dirección estamos trabajando. Fidelizar un público es un trabajo arduo y lento. Es un proceso largo, y tenemos que abordar etapa por etapa. Son muchas cosas que hay que impulsar al mismo tiempo, mucha energía y por supuesto dinero. El asunto es que en medio de tanto esfuerzo no se pierda el hilo de lo que se quiere ofrecer al público. Ahí hay un reto.
Al hilo de esto, una de vuestras máximas al abrir la sala era que había que cuidar al Arte y darle espacio. ¿Sentís que estáis en el camino correcto u os estáis adaptando a las circunstancias del circuito (multiprogramación, público etc…)?
En nuestro proyecto las premisas siempre han sido dar más espacio y tiempo a las compañías. Esperamos poder consolidar el Teatro de las Culturas sin tener que claudicar en este aspecto. La situación del Teatro independiente es de una vulnerabilidad atroz. No hay una sola compañía que pueda vivir de su trabajo, ni mucho menos. Con lo cual nuestro empeño es aún mayor. En gran parte esta situación de vulnerabilidad es debido a la falta de ayudas y promoción por parte del Estado. Que el teatro esté en el imaginario de la gente como una posibilidad clara de acceder a un hecho cultural es también una cuestión de educación.
¿Qué ofrecen vuestros espacios a los profesionales que quieran trabajar allí? Además de exhibición ¿tenéis pensado ofrecer residencias, encuentros con autores/autoras, crear festivales o iniciativas de ese tipo?
Todo esto entra en nuestros planes. En este primer año hemos tenido encuentros con artistas como María Rozalén, Amaral o Martín Oliva (Argentina), lecturas dramatizadas como DeProfundis o la lectura y encuentro con el autor Roland Schimmelpfennig organizada por La Cantera exploraciones teatrales; Festivales como el LDC Danza, Con-Vivencias; o residencias como la de Juguetes rotos. También hemos albergado Artistas y compañías extranjeras, como Leynar Gómez de Costa Rica, la compañía Moscú Teatro de Argentina, Tomasso De Santis de Italia o Alessandro Terranova también de Italia.
¿Cómo veis el tejido escénico madrileño? Sobre todo la escena independiente.
Lo vemos pujante y vivo, creciendo a fuerza de tesón y empeño. Ha habido mucho movimiento e iniciativa por parte del colectivo de profesionales del teatro, desde las propias salas, actores y actrices, dramaturgas, directores, técnicos, etc. La calidad del teatro alternativo ha mejorado notoriamente en los últimos años. También es verdad que sigue habiendo tremendas dificultades para que se sostenga a largo plazo. Es una situación muy complicada y se necesitan ayudas de manera concreta y urgente para hacerlo sostenible y que tenga mayor visibilidad para llegar más al público.
Alberto, ¿hay muchas diferencias con la escena teatral argentina?
Las principales diferencias eran (hablo en pasado porque con la era Macri todo ha ido a peor), que en Buenos Aires era la ciudad donde más obras de teatro se estrenaban al año, en el mundo, sumando el teatro oficial y el independiente. Que gracias a ciertas ayudas y facilidades a la hora de abrir salas, muchas compañías lograban vivir de su trabajo. Y sobretodo la mayor diferencia es: la mirada que la sociedad tiene sobre el Teatro y su importancia como hecho cultural. La gente a la hora de hacer planes decía: ¿Vamos al Teatro o al cine?… y eso es resultado de una política de difusión y educación en la cual el Teatro fue promovido por el Estado como parte importantísima de la cultura.
¿Os veremos a Clara y a ti en un futuro formando parte de algún montaje en vuestra sala? Sobre el escenario…
Seguro que sí, pero cuando este barco navegue aguas mas calmas. Aún nos queda mucho trabajo detrás del escenario.
Hablando ya de la escuela, ¿Cuál es su filosofía?
La Escuela para el Arte del Actor es un lugar para aprender, explorar e investigar de manera lúdica, desde el respeto y el compromiso. Donde el trabajo corporal (a través de la FCA) tiene una importancia determinante en la formación.
Animamos a alumnas y alumnos a que (cada cual a su tiempo) se apasionen por la búsqueda y la investigación, y no por llegar a un resultado. El crecimiento no puede forzarse, es un trabajo cuidadoso que depende de la intencionalidad y de la exploración desde el amor por comprometerse.
¿Qué tipo de formación ofrecéis en la escuela? ¿Cuáles son los pilares fundamentales?
Ofrecemos 2 formaciones:
La Formación Integral en Interpretación de 4 años. Destinada a dar una formación profesional completa.
La FCA-Formación Corporal del Actor de 2 años. En la que se trabaja únicamente sobre la técnica FCA para actores y actrices con formación, o en formación en otros centros.
Además impartimos seminarios regulares de entrenamiento y seminarios intensivos algunos enfocados a estudiantes y otros a profesionales.
Los pilares en los que nos apoyamos son ofrecer una formación integral, completa haciendo hincapié en la historia, la cultura y respeto por el arte, con un claro enfoque corporal como eje central y de apoyo para albergar a la palabra y el texto. Y por último una formación interdisciplinaria para completar la mirada ayudándonos de otros lenguajes y disciplinas artísticas.
¿Nos podéis hablar un poco del equipo docente de la escuela y de las disciplinas que se imparten?
La formación integral, en su 1º ciclo (1º y 2º curso) está centrada en consolidar una base sólida y cimientos fuertes sobre los que crear. Por un lado hay asignaturas prácticas como interpretación, movimiento o voz, ademas de estar incluida la FCA (Formación Corporal del Actor), y por otro lado las asignaturas teóricas como historia del teatro e historia del cine.
En el 2º ciclo de formación (3º y 4º curso) nos centramos en desarrollar las destrezas necesarias y complementarias para desempeñar libremente el trabajo en la futura vida laboral, con asignaturas teóricas y prácticas como Interpretación, Autores, Canto, Danza(s), Introducción a las profesiones cinematográficas etc.
Para llevar a cabo este plan de estudios contamos con un equipo de profesionales, todas y todos ellos con larga trayectoria en su campo profesional así como en el campo de la enseñanza.
El equipo docente está formado por Fernando Méndez-Leite, Silvia Herreros de Tejada, Yael Belicha, Irma Correa, Luis E. Parés, Alberto Conejero, Ximena Vera, María Lagar, Laura Marzocchini, Paloma Regueiro, Ana Laan, Prado Pinilla, Eva Sala, Melissa Romero, Alberto Ammann y Clara Méndez-Leite
¿Qué os hace sentir el teatro?
Amor profundo. Y admiración. Nos despierta interés e inquietudes, nos emociona, nos inspira y nos hace reflexionar, nos ayuda a cuestionarnos y a ser críticos. Y nos ayuda a alimentar la empatía al ponernos en el lugar de otras personas.
Muchas gracias por todo a los dos.
Muchas gracias, por darnos espacio y visibilidad.
