Cabaret Carmesí se propone como escaparate escénico de todo tipo de artistas (sea cual sea su disciplina) y su naturaleza es la de constante transformación. El canto lírico es sin duda uno de los fetiches de nuestro espectáculo, ya que crea una atmósfera elegante y de gran sensibilidad artística que contagia todo el conjunto. Estos artistas se auto denominan lírico-oníricos del erotismo y han comprobado que uno de sus tesoros es fusionar la opera con la sensualidad.
Cabaret Carmesí se divide en tres actos (tres pausas de 15 min) y existe en todo el desarrollo una constante ruptura de la ficción (doble línea dramática). Este hecho se encarga de enlazar un sketch con otro y revelar a los espectadores la relación decadente y de lucha de roles por el poder (hilo conductor de toda la obra) que existe entre todos los miembros de la compañía.