Leyendo la Biblia -y las declaraciones de los representantes del catolicismo- es fácil darse cuenta de que, para ellos, la mujer es mucho más peligrosa y agresiva que Satanás, los filisteos y los romanos, todos juntos. Porque a la Iglesia no le gustan las mujeres que piensan, que sienten, que deciden… A la Iglesia, en definitiva, no le gustan las mujeres que hacen… lo que les da la gana. En La ramera de Babilonia las mujeres denuncian a los católicos por injurias, porque ni Eva fue la primera mujer, ni hizo mal comiéndose la manzana, ni la Virgen María es tan virgen, ni tiene por qué ser tan descabellado que Dios nos mande a su hijo de nuevo y que esta vez… sea una hija…
El primer regalo de las mujeres a los hombres, fue la manzana. La ramera de Babilonia es una comedia ácida, de mujeres y manzanas, que critica el papel que la Iglesia ha otorgado a la mujer a lo largo de la Historia.
El hilo conductor de la obra es una conversación entre cuatro chicas jóvenes. Cuatro amigas, Carmela, Rocío, Sonia y Natalia, que critican la visión que la Iglesia tiene sobre la religión, Dios, el aborto, la homosexualidad, la explotación, la sumisión… conceptos que a día de hoy están de actualidad y muy relacionados con la Iglesia Católica. A lo largo de todo este hilo conductor se van intercalando escenas donde se ejemplifica lo que las chicas están contando.