Cautivos de nuestros ritos
Hablando de Artes Vivas, uno de los centros de referencia para mostrar este tipo de creaciones, Naves Matadero, nos ofrece la posibilidad de interaccionar con el colectivo Vértebro, formado por Ángela López, Juan Diego Calzada y Nazario Díaz. Un equipo multidisciplinar de artistas que desde 2007 genera sus poliédricas propuestas, caracterizadas por una particular mixtura de disciplinas que les confiere una permeable identidad. A partir de 2013, dentro del proyecto Díptico por la Identidad, realizan una serie de piezas y acciones en torno a cuestiones identitarias llamadas Ciclo de las peregrinaciones: Pipas, jUERGA, Pregón, Faena y Madrugá. Esta última, la #5, es la que podremos ver en la Nave 11, cohabitando durante una noche (la madrugada del 29 al 30 de junio), con el proyecto arquitéctonico-escénico de Santiago Cirugeda (vean página 18). Los propios creadores de Vértebro explican el porqué de su propuesta: “Cuando nos propusieron intervenir la construcción de Cirugeda pensamos en jUERGA, una peregrinación que supuso un tránsito hacia las atmósferas rurales de la sierra norte de Córdoba. Pero un matadero no es el campo, no es la naturaleza, no tiene sentido repetir aquella experiencia. Así imaginamos Madrugá: doce horas de performatividad comunitaria, un contexto site-specific mutable, transitable, contemplable, un paisaje para la disidencia, un paraíso temporal donde juntar todos nuestros tótems y explotarlos”.
Para mí la mejor forma de disidencia en Semana Santa es la lluvia y es al Dios al que bailo. Otros se preparan todo un año para ese momento tan especial en sus vidas que consagran a su propio Dios. Todos en definitiva somos cautivos de nuestros ancestrales ritos. Y Vértebro nos lo hace saber. Sergio Díaz