Cronología de las bestias nace de la necesidad de indagar hasta dónde es capaz el ser humano de mentir, de mentirse. Y de la sospecha de que una mentira fundacional, requiere de un gran tejido de otros (pequeños o grandes) engaños y autoconvencimientos indispensables para sostenerla. Y de que rápidamente se puede ir la vida en ello.
En definitiva, me inquietaba averiguar hasta dónde puede llegar el ser humano en su compromiso con la mentira. Así nace la necesidad de esta comedia negra de suspense.
Suponiendo que todos, en algún momento, sabemos de qué se trata ser cómplice secreto de lo que todo el mundo conoce y callamos, quise indagar en la construcción de un relato que no pueda escapar a la lógica del engaño necesario para subsistir, a pactos silenciosos y a verdades sobreentendidas.
Una crónica que, de alguna manera, incomode al espectador sacándolo de ideas preconcebidas y suposiciones sobre los acontecimientos narrados, aprovechando idas y vueltas en su cronología y mostrándole distintas miradas sobre los mismos, convenciéndole sobre la verdad de relaciones de madres e hijos que a medida que avanza la historia son imposibles de seguir sosteniendo, pero que cuenta con personajes capaces de seguir adelante obstinadamente, que mienten y se mienten y así construyen un mundo, su mundo, hasta el punto de no saber ellos mismos, cuál es la verdad.
Seres con códigos para sobrevivir a lo inimaginable y que prefieren (o les conviene) no conocer, y mucho menos mirar así atrás, y que se aprovechan de este entretejido para provecho personal. En fin, ahondar en historias y personas que construyeron su identidad a partir del engaño y dependen desesperadamente de él, para sostener su existencia. Lautaro Perotti