Un banco, y nada más que un banco, es el verdadero protagonista de este formato de improvisación. Pero no cualquier banco; uno definido expresamente por el público, que elegirá los espacios que se encuentran a su alrededor.
Allí podrás ver cómo pasan por él las historias de varios personajes a lo largo de un día entero, desde primera hora de la mañana hasta el anochecer. El primer ‘te quiero’ de una joven pareja, una recién licenciada preparándose para una entrevista de trabajo, un anciano dando de comer a las palomas, una señora fumando un cigarrillo mientras espera a su hijo, un mimo intentando ganarse la vida… Un banco que puede ser testigo de millones de historias a lo largo de un día.