Fotos: Bárbara Sánchez Palomero
Beatriz no sabe si está preparada para la reunión que tendrá en diez minutos. Su marido Martín la acompaña. Pero el dolor es inmenso. Hace años que no ve cara a cara a los padres del asesino de su hijo, Ricardo y Amelia. Pero Beatriz necesita entender, o al menos intentarlo por última vez, cómo pudo ocurrir semejante atrocidad. Para poder pasar página. Para recuperar las ganas de vivir. Y está dispuesta a llegar hasta el final, cueste lo que cueste.
Seis años después, ambas parejas han acordado reunirse. Y lo que comienza como un intento de entender el pasado se convierte en un proceso doloroso pero necesario. Hablan de la infancia de sus hijos, del acoso escolar, de la soledad, del arrepentimiento y del duelo. Ricardo y Amelia cargan con la culpa de no haber visto las señales. Martín y Beatriz con la rabia de haberlo perdido todo. Pero en medio del abismo, surge la posibilidad del perdón. Un gesto pequeño, silencioso, lo transforma todo: se cogen de las manos. Y por un instante, hay luz. Hay vida. Hay futuro.
Esta es una historia de superación del trauma a través del diálogo. En un mundo donde la rabia, la violencia y la venganza inundan nuestras calles, el perdón y el diálogo pueden convertirse en las armas más poderosas y transformadoras para un cambio social profundo.




