Fotos: Jeyda Nagiz
José María Esbec estrena un díptico escénico sobre dos de las obras más recientes del autor flamenco Paul Verrept. Rompientes es un espectáculo que aúna los títulos Pleamar y La huida, para hablarnos de la empatía, de cómo nos comportamos ante la amenaza de que algo va a perturbar nuestra felicidad, del impacto que puede tener el mundo sobre nuestra vida privada. Una producción del Teatro de La Abadía cuya traducción del texto la firma Ronald Brouwer, el coordinador artístico de esta casa desde hace veinte años.
Pleamar y La huida son dos versiones de la misma historia, concebidas como dos monólogos, que tras su estreno en Bélgica por la compañía SKaGeN fueron presentados en el Festival de Aviñón y que nos plantean el drama íntimo de una crisis ética. ¿Qué es la empatía y qué se hace con ella?
En una casa junto a la playa viven un hombre y una mujer, enamorados, acomodados, en un entorno bonito y agradable. Cuando el mar arroja a la orilla los cuerpos sin vida de unos refugiados, adultos y también una criatura, cada uno reacciona de una manera distinta y la relación de pareja se desmorona. El silencio del que antes disfrutaban se convierte en un abismo de incomprensión.
La primera parte, Pleamar, refleja el relato por boca de la mujer. La segunda, La huida, es testimonio del hombre. El título conjunto de este díptico es Rompientes.

