El director y fundador de La Abadía, José Luis Gómez, vuelve a la dirección con Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna!, un espectáculo sobre el activista político y pedagogo Francisco Ferrer i Guardia, condenado a muerte y ejecutado en 1907. El texto del dramaturgo belga Jean-Claude Idée toma como hilo conductor el dudoso proceso judicial que desembocó en pena de muerte. Entre las entrevistas de Ferrer con el juez instructor militar y el abogado de oficio, se intercalan los testimonios de su esposa, que trató de asesinarlo de un disparo, una de sus más motivadas discípulas y su hija menor.
José Luis Gómez, que siempre ha mostrado un especial interés por lo didáctico y lo divulgativo, tanto en sus espectáculos (la elección de los textos y de la temática), como en la labor que La Abadía lleva desempeñando desde sus inicios como Centro de Estudios, dirige esta nueva producción del Teatro de La Abadía que está protagonizada por cuatro figuras emblemáticas de la casa.
Francisco Ferrer ha resultado siempre una figura intrigante. Lo fue para sus contemporáneos y lo ha seguido siendo para los historiadores. Su insólita condición de millonario subversivo; el extraño origen de su fortuna; su posible implicación en dos atentados contra el rey Alfonso XIII; la escuela que creó, convertida muy pronto en un mito de la pedagogía libertaria; su condena sin pruebas como jefe de una rebelión; la extraordinaria campaña internacional que su muerte provocó, todo le convierte en un personaje realmente singular. Lo más curioso es que, un siglo después, muchas dudas persisten.
¿Era realmente anarquista? Si lo era, ¿por qué tenía tan buenas relaciones con republicanos como Lerroux? ¿Fue un innovador pedagógico o se limitó a inculcar los principios anarquistas con métodos tradicionales? ¿Participó realmente en la preparación de atentados? ¿Por qué suscitó su fusilamiento tanta emoción en los medios internacionales de izquierda?


