No todos los cuadros tienen la misma luz, una obra de teatro emotiva, acompañada al son de un piano. La historia de un vigilante de museo con ideas suicidas, donde el arte ilumina lo que la vida apaga. En el Teatro Lara.
A Pedro la vida le da un giro inesperado en cuestión de horas. Se encuentra solo en el museo donde trabaja como vigilante, con un arma en la mano y una decisión extrema rondándole la cabeza. Pero entonces aparece Laura, una visitante que se había quedado encerrada en el baño antes del cierre.
Lo que comienza como un encuentro accidental se convierte en una conversación íntima, inesperada y transformadora. Entre silencios, verdades y pequeñas confesiones, ambos descubren que tienen más en común de lo que imaginaban.
Una obra emotiva de 60 minutos, interpretada por dos actores con acompañamiento de piano en directo. Un retrato sincero, humano y a ratos con humor, sobre el peso de la soledad, los giros de la vida y la importancia de sentirse escuchado.




