Simone de Beauvoir, como existencialista y feminista, expone cómo las mujeres han sido socializadas para definirse a través del ‘otro’ (los hijos, el esposo, la familia) y no desde su propia individualidad. El título La mujer rota alude no solo al colapso emocional de sus protagonistas, sino también a la fractura que ocurre cuando el mito de la mujer perfecta se rompe.
Nochevieja.
Murielle está en su casa, sola. Los ruidos de la calle y los gritos de sus vecinos celebrando le impiden conciliar el sueño. En esa vigilia, los recuerdos se enfrentan a un presente desolador y a un futuro aún menos prometedor. Lo perdido, lo arrebatado, el fracaso y la soledad la han dejado fuera de juego, deambulando en un limbo donde todavía se debate entre la supervivencia y la muerte.
Su verdadera tragedia -que también es comedia- ha hecho trizas su autoestima como mujer, como esposa, como madre y como hija.



