Por Millán Salcedo
En este Preguntamelón, me mantengo en mis trece. Si, jaté, en esta ocasión me enrollo con la actualidad más rabisalsera y lo cuento con la traca y la matraca del Millán de Martes y 13 más ganso y cachondo, ese que el público asistente espera ver, acompañado por un presentador-periodista, que coordinará la cantidad de chascarrillos y anecdotillas de mi trayectoria profesional que, a fin de cuentas es lo que casi siempre se me demanda y gusta oír.
¿Os cuento un secreto…? Yo no tenía q haber salido a escena hoy. Ni hoy, ni ayer, ni nunca jamás… Hace unos años, tras sufrir un ataque de epilepsia, me juré a mí mismo; “¡Bueno, basta! Me desvinculo del mundo del espectáculo…!”. Y así he permanecido varios años, bien varado en mi confortable colchón de látex, con mi insaciable gusanillo asándose a la parrilla televisiva, y con la vociferante programación rechiflando de fondo en sus distintas plataformas. Hasta que una madrugada, narcotizado por el encantador juego de manos de la odalisca horoscopera Esperanza Gracia y, a punto de comprar cualquier absurdez de la irresistible teletienda, me dije: “¡Bueno basta! Ponte las pilas maricón de España! ¿No ves que hay gente que aún te re-quiere…?!”. Y me puse inmediatamente manos a la obra…
Tengo anécdotas tan increíbles al respecto, que sería una pena que el espectador no las disfrutase, o las gozase, como yo las gocé… Ah, por si alguien tiene alguna duda, y me refiero a ése sector del público que se cree en posesión de la verdad, (pobres criticones), que estoy encantado de ser el de la empanadilla de Móstoles, o el de la ‘cocreta’ de Alcorcón, como me dijeron una vez. De modo que… ¡Que viva la Encanna, que llenó mi vida de confort! A partir de éste moméneto… juro contar la verdad y, toda la verdad, aunque toda la verdad os parezca mentira. Besos en los contramuslos.