Estamos ante una edición única dedicada a Pilar de Yzaguirre, tanto a su figura como a su herencia y su dedicación durante más de cuatro décadas a mantener la identidad del Festival de Otoño como una referencia cultural de nuevas tendencias y con influencia en todos los continentes. En las cuatro semanas que durará la cita este año se invitará al público a experimentar un viaje sin parangón por la creación artística de la más alta calidad y a vivir un encuentro entre las culturas escénicas de Oriente y Occidente.
Por nuestra parte, comenzaremos el repaso a algunas de las propuestas que consideramos imprescindibles. Deteniéndonos en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque podremos ver, por un lado, el estreno en España de Mémé (9 y 10 de nov.), de Sarah Vanhee, una propuesta en la que la artista belga se rodea de objetos, videos, títeres (fantasmas, sombras y niños) creados en colaboración con la marionetista mexicana Toztli Abril de Dios, y de sonidos provocados por Ibelisse Guardia Ferraguti. Una oda a las mujeres invisibles, un intento ritual para devolver la vida a sus abuelas, reconectarse con ellas, recuperarse y luego, de una manera diferente, volver a decir adiós, en un tiempo ilimitado.
También a Condeduque llegará otro estreno en nuestro país como es To Move in Time (21 y 22 de nov.), de la compañía inglesa Forced Entertainment. Escrita y dirigida por Tim Etchells, la propuesta sitúa a un solo actor, el veterano Tyrone Huggins, en el centro del escenario para que, sin apenas moverse, emprenda un viaje verbal en el que su personaje comienza pensando en ayudar a un amigo para luego ir concibiendo ideas de mayor ambición como evitar el asesinato de Martin Luther King o el nacimiento de Hitler. Huggins nos regala un pequeño tratado ético sobre las decisiones que tomamos en la vida y una parábola sobre en qué consiste pensar y que divierte y entretiene.
Muchos espectáculos, trece si no hemos contado mal, podrán disfrutarse en la sede principal del festival, Teatros del Canal. Allí se realizarán propuestas muy relevantes como la de la actriz María Hervás, que se enfrentará a 24 horas de interpretación continuada en la versión española de The Second Woman (9 nov.), el exitoso espectáculo de la australiana Nat Randall y la neozelandesa Anna Breckon. Durante la función más de un centenar de compañeros de escena visitarán a Hervás, con ellos representará la conversación entre una pareja cuya relación ha perdido fuelle y romanticismo.
Siempre interesante será también ver lo nuevo de Robert Lepage: The Seven Streams of the River Ōta (Del 16 al 23 nov.), un espectáculo de siete horas de duración que ilustran tres lacras que acecharon la segunda mitad del siglo XX: los campos nazis, la muerte nuclear de Hiroshima y la epidemia del sida que marcó el fin del milenio.
Además, tendremos la oportunidad de asistir a la comunión creativa de Émilie Monnet con Waira Nina expuesta en Nigamon/Tunai (21 nov. Foto 3), un manifiesto polifónico que amplifica las canciones de los olvidados, voces de protesta y defensa de La Amazonia, gravemente amenazada; y ver lo nuevo de Wajdi Mouawad, Journée de noces chez les Cromagnons (29 y 30 nov.), una tragicomedia completamente en árabe sobre una madre que quiere casar a su hija a pesar de las bombas.
Teatro de La Abadía programará a uno de los mejores y más originales directores de escena argentinos, Rafael Spregelburd, que, con la compañía El Patrón Vázquez, nos volverá a sorprender con su particular visión del infierno en Inferno (29 y 30 nov.); y una de las propuestas familiares del festival, la alocada Performs Tom Waits (del 20 al 22 nov.), de los canadienses L’Orchestre d’Hommes-Orchestres. De ellos se dice que “hacen música que se ve”, y en este espectáculo, además, reactivan el universo de Tom Waits con flores y cuchillos puntiagudos, para llevarnos a un viaje por la cultura estadounidense al ritmo del jazz, el blues, el rock, el hiphop y la poesía.
El otro montaje dedicado al público familiar que nos gustaría destacar estará en Espacio Abierto, donde humor y música se van a aliar en una complicidad ingeniosa y perfecta en Duel opus mômes (10 nov.), de los franceses Nathalie Miravette (pianista) y Laurent Cirade (violonchelo). Como si fueran el gato y el ratón de Tom y Jerry, estos dos artistas se persiguen y se baten en escena en lo que es una versión reducida para la infancia y los jóvenes de tres de sus espectáculos. Lo que aparentemente se presenta como un recital de piano y violonchelo convencional, pronto se convierte en una justa musical que nos brinda momentos explosivos y muy divertidos con dos protagonistas que bailan, cantan, actúan y, sobre todo, encandilan, a todos los públicos.