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Lo complicado de dejar una relación

Paloma Merello: “La obra habla de formas opuestas de comunicarse”

Hablamos con Paloma Merello, la autora, directora e intérprete (junto a Javier Lera) de Juicio a la razón, una obra sobre una pareja que quiere separarse pero no lo consiguen por más que lo desean. Ambos irán compartiendo sus argumentos, y la novedad de esta propuesta es que el público votará y decidirá cual de los dos personajes tiene razón.

La obra de esta joven creadora podrá verse en El Umbral de Primavera del 19 de octubre al 2 de noviembre.

 

¿Por qué cuesta tanto dejar una relación?

Creo que a veces nos acomodamos en la dependencia a pesar de la incomodidad que la relación nos haga sentir. Cuando hablo de incomodidad, me refiero a dolor, pero siento que hay muchas veces que no vemos el dolor que sentimos hasta que no hacemos una mirada retrospectiva una vez lo dejamos.

En mi obra yo propongo que en pareja tendemos a crear una identidad o un yo común. Con lo cual, cuando uno de los dos se va nos quedamos con la sensación de tener un miembro fantasma que nos hace muy conscientes de nosotros mismos y convierte a la soledad en un enemigo inminente. Y me da la sensación de que a veces preferimos estar mal con alguien que estar solos con ese miembro fantasma.

 

¿Cómo te surgió la idea de hacer este montaje?

Durante un laboratorio de escritura dramática con Eva Redondo, escribí una primera versión del alegato del personaje de Ella, a partir del cuadro La cama de Toulouse-Lautrec, y al tiempo decidí que el otro personaje tenía que contestar semejantes acusaciones.

Por otro lado, la obra nace del interés de acabar con la idea de Aristófanes en El Banquete de Platón, cuando sostiene que en el fondo de nuestra alma existe “el deseo de estar unido y confundido con el objeto amado de manera que no formara con él más que un solo ser”. Es decir, cuando amamos perdemos nuestra identidad y agencia. Y en la obra los personajes quieren acabar con este concepto que nos trae por el camino de la amargura a muchos. Pero también la motivación viene de haber vivido situaciones en parejas en las que me hubiese gustado que un tercero escuchase o viese lo que estaba pasando y pusiese un poco de objetividad en el asunto, claro está, de mi objetividad en ese momento, no de la del otro (risas) y me diese la razón a mí. Entonces me surgió la idea: ¿y si me llevo a los personajes a juicio?

 

¿La obra va sobre una pareja que no sabe quererse bien o que se quiere bien y por eso no puede dejarse?

Yo misma me pregunto qué es quererse bien, porque a veces me encuentro siendo ‘la policía del querer bien’ y me asusta, en tanto en cuanto me obsesiono con que todo esté dentro de la política de los cuidados y al final dejo de prestar atención a lo que siento yo o viceversa. Y creo que esto es un poco lo que les pasa a ellos dos, están tan metidos en lo que consideran que es quererse bien queriendo de formas tan distintas que es inevitable que entren en conflicto en el intento.

 

 

¿Es importante llevar la razón a la hora de separarse de una pareja? ¿Hace que unx se sienta mejor?

Me gustaría que la gente que vea la obra salga cuestionándose esto, y me conteste a mí esa pregunta.

 

¿De qué forma hacéis que el público participe en la obra?

En primera instancia rompiendo la cuarta pared desde el inicio haciéndoles conocedores de que en un momento tendrán que votar con un QR a través del móvil y dirigiéndonos a ellos constantemente a lo largo de la obra.

 

¿Por qué habéis elegido que la votación sea a través de un QR? ¿Te parecía más interesante hacerlo así que en vez de una votación a mano alzada para que todo el mundo pudiese verse, por ejemplo?

Pasé por varias ideas, pero por un lado, resultó ser una manera de preservar el anonimato y la intimidad, y por otra está vinculado a los tiempos actuales.

 

¿Suele salir siempre el mismo resultado? ¿Se posicionan claramente a favor de uno u otro?

Depende del día. Ahora que me preguntas esto, pienso que estaría bien hacer más preguntas al público para saber cómo varía la respuesta en función del género, edad y procedencia… mira, me has dado una idea (risas).

 

¿La obra cambia de final en función de cómo sean las votaciones?

Honestamente, si te contesto a esta pregunta enturbio el propósito de la obra.

 

¿Si el discurso del chico lo asumiese la chica, o viceversa, crees que habría mucha diferencia en el veredicto final por parte del público?

Yo intenté hacerlo de otra manera, de tal forma que los papeles no estén ligados a los roles de género estereotípicos. Me encantaría saber qué opina la gente a este respecto cuando la vean.

 

Lo complicado de dejar una relación en Madrid
Paloma Merello

¿Es más fácil que te dejen o ser dejado?

No tengo una respuesta clara para esto, cada ruptura es un mundo. Pero de lo que yo me voy dando cuenta es de que me resulta más difícil dejar una relación que no funciona por las dinámicas, que dejarlo porque uno le haya hecho algo dañino al otro. Porque a veces la pregunta “si nos queríamos tanto ¿por qué no funcionó?”, puede mantenernos en vilo.

 

Parece que poco a poco se va normalizando el tema de ir a terapia unx mismx, ¿pero también ir a terapia de pareja? ¿Conocéis en vuestro entorno a parejas que la usen para intentar arreglar sus problemas?

Pues no me parece tontería, la verdad. No lo he hecho nunca, pero acompañar el cierre y el empezar el duelo con un profesional puede que sea buena idea, sobre todo en relaciones que comparten hijos o negocios.

 

¿Qué es lo que más socava una relación de pareja duradera como la que mostráis en la obra? ¿Los roles dentro de la pareja? ¿Las infidelidades? ¿El control? ¿El compromiso?

Las diferentes formas de ver y entender los roles, el compromiso, la independencia, y la comunicación. Sobre todo, la comunicación, desde la hiper comunicación a la ausencia de ella. Realmente la obra habla de formas opuestas de comunicarse. También creo que tiene que ver con la pérdida de uno mismo en el otro, o del concepto de la media naranja. De ser uno siendo dos, lo cual es un imposible. Acabamos proyectándonos tanto en el otro, que si lo que vemos no nos gusta es un ataque directo a nuestra persona.

 

¿En el viaje de esta obra has aprendido algo sobre ti, sobre tu forma de enfrentarte a las relaciones?

Sin duda. Empatizo mucho con ambos personajes, y he sido ambos en algún momento de mi vida. Escribir ambos alegatos tuvo algo de reparador en mí. También cuando lo he compartido con otras personas y me dicen que empatizan con uno u otro personaje, me gusta porque me hace sentirme menos sola.

 

¿De dónde viene tu amor por las Artes Escénicas?

Hay una cosa que me gusta mucho del teatro y es que tiene la capacidad de hacerme vivir en el momento presente. Siempre me han interesado las Artes Escénicas, pero creo que me acerqué a ellas más con curiosidad que con amor. Han sido lxs profesorxs que he tenido en clase y sus trabajos fuera de ella, los que me han hecho enamorarme de las Artes Escénicas y querer hacer lo mismo.

 

¿Dónde te formas?

Me formé como psicóloga en la UAM, y mientras terminaba el grado hice la Formación Integral de Arte Dramático en la Escuela para el Arte del Actor. Posteriormente me formé en el Máster de Creación Teatral de la UC3M. También he realizado muchos talleres, tanto de escritura como de actuación con profesionales que admiro mucho, y mi intención es seguir recibiendo talleres a lo largo de mi carrera.

 

Eres muy joven, pero de lo que estás viendo, ¿qué piensas de la escena teatral independiente de Madrid?

Hay un montón de gente brillante que me sorprende mucho con las ideas tan locas que se les ocurren y que funcionan. Una cosa bonita del teatro independiente es que, desgraciadamente, se trata de un teatro precario, porque se hace lo que se puede con lo que se tiene. Y, precisamente, eso le da un valor extra al trabajo de todo el equipo que curra en una obra.

 

En Juicio a la razón escribes, diriges, actúas… ¿por necesidad o por convicción? ¿Tu idea es seguir profundizando en las tres disciplinas?

Sí, en principio, y sigue siendo así, es por necesidad, pero realmente me gustan mucho las tres disciplinas tanto combinadas como por separado. Es verdad que hacer esas tres cosas a la vez me genera una presión extra que a veces pesa demasiado de cara al qué dirán. Sin embargo, estoy muy contenta de poder expresarme y aprender con lo que venga. Me encantaría que alguien cogiese algún texto mío y lo dirigiese, así como me gusta ser dirigida por otros.

 

Si dentro de unos años te volviera a entrevistar, ¿te sentirías satisfecha si tu camino por las Artes Escénicas te estuviese llevando por…?

Si siguiese con las mismas ganas de crear teatro. Y si te contesto de una manera más optimista, si tuviese alguna obra editada. Pero sobre todo, si estoy trabajando y pagando un buen sueldo a todo el mundo, desde los ensayos hasta el día último de función.

 

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