10 Festival VISIBLES

Se cumplen 10 años de un festival cuya idea era nacer para morir pronto porque el objetivo para el cual nacía se podría haber conseguido. Pero no, y parece que no es algo que se vaya a conseguir a corto plazo (son malos tiempos para la diversidad). Así que habrá más ediciones de Festival VISIBLES en el futuro. De momento nos centramos en esta edición de un festival que apuesta por la verdadera inclusión escénica y que está organizado por la Sala Tarambana. Un año más, VISIBLES cuenta con el apoyo de Macomad (Coordinadora madrileña de salas de teatro alternativo) y varios espacios adscritos como Teatro del Barrio, Teatro Lagrada, Bululú 2120, La Usina, Nave 73 y la propia Tarambana acogerán obras del festival. También habrá programación en espacios fuera de Madrid como en el Teatro de la Sensación (Ciudad Real), la Sala Mercantil (Balaguer-Lleida) y la Sala La Màquina (Valencia). La novedad este año es que habrá una representación en el Centro Penitenciario de Albocàsser (Castellón).

Para celebrar esta edición tan especial hemos querido que sean lxs propixs protagonistas que participan en VISIBLES lxs que nos cuenten de primera mano qué significa que existan festivales así y cómo es su realidad al formar parte de compañías que trabajan por la inclusión en las Artes Escénicas. A principios de abril me reúno con varias personas en la Sala Tarambana y tenemos una interesante charla al respecto. Estaban presentes: Begoña González de Garay y Manuela Junquera, del equipo de Arquitectas de Sentidos; Laura Suárez, Mª Carmen Albite y Luis Fraile, de la compañía Vertebradas Artes Escénicas; Yanel Barbeito y Omar Gómez, de Proyecto barbeitoDANZA; Marta Sitjà e Iván Lionel, de Teatro sobre ruedas; Nei González, Álvaro Gómez y Lidia Fernández, de Titereart; y, por supuesto, Javier Crespo Lorenzo, programador de Sala Tarambana y el verdadero impulsor de todo esto. Les escuchamos.

Javier Crespo: La idea de hacer un festival como VISIBLES surgió al ver un espectáculo de la compañía Contando hormigas, Las visiones de Hildegaard. Yo estaba ahí como espectador viendo cosas diferentes, formas distintas de hacer teatro sobre el escenario y me estaba llegando muchísimo. Y al acabar la función, en los saludos, les dan a las actrices dos bastones guía. Y ahí vi que eran dos personas ciegas. Y yo no me había dado cuenta de eso durante la función. Eso fue lo que despertó en mí algo que hizo que me propusiera organizar un festival como VISIBLES, darle importancia a la diversidad escénica tratando de poner en valor la inclusión, que todo el mundo, sean cuales sean sus capacidades, se puede expresar y puede conmover. Es un camino muy bonito este de trabajar por la inclusión porque, de primeras, a todo el mundo se le enternece el corazón al oír la palabra, pero luego, al proponer, al ponerte a trabajar, hay más buenas intenciones que una ayuda real.

Al preguntarles a estas compañías si sienten que se les dan las mismas oportunidades que al resto, su respuesta es unánime: “¡No!”.

Lidia Fernández: Yo quiero que me den las mismas oportunidades para trabajar que al resto de gente. Que mi obra se programe si es buena y si no lo es, pues no. Yo tengo síndrome de Down mosaico, pero en el fondo soy una persona, no soy una etiqueta ni quiero serlo. Yo tengo mis capacidades y quiero demostrarlas al igual que hace el resto de gente. Y, sobre todo, no quiero que me traten como una mierda o con condescendencia por ser diferente.

Nei González: El gran problema es que es difícil que nos vean como a profesionales, tanto por parte del público, como para las entidades, los programadores, la gente que tiene que poner dinero, que no lo pone… Cuando tú pones que es un espectáculo inclusivo, que lo hacen personas con discapacidad, siempre aparecen palabras de condescendencia y frases buenistas que no llevan a ningún lado, pero en el fondo no están reconociendo ni aceptando que esto lo hacen personas que llevan mucho tiempo estudiando y trabajando en las Artes Escénicas y no les dan verdaderas oportunidades. Entonces es difícil, no es imposible, pero lo tenemos más complicado que otras compañías que entran dentro de la normatividad. Por eso es una maravilla que existan espacios como VISIBLES.

Laura Suárez: Lo de que te pongan la etiqueta de Teatro inclusivo es algo que te subestima, no ayuda en nada. Trabajar en este tipo de proyectos es una militancia permanente. Lo que hacemos es Arte, es Teatro y es un reflejo de la sociedad en la que vivimos también. Nosotras estamos ahora incluyendo mucho el concepto de convivencialidad, que es ir más allá de la inclusión, porque incluir siempre implica que hay algo que contiene, que está preestablecido, pero la convivencialidad es realmente la suma de todos los que convivimos, de los que ocupamos un espacio. Me parece un concepto muy interesante para que demos también ese paso, porque evidentemente ya no es una etiqueta, es una manera de estar en el mundo. Pero aún nos queda mucho camino por andar.

Yanel Barbeito: Yo no siento el apoyo oficial necesario para poder desarrollar nuestro trabajo, sino el apoyo muy aislado de algunxs profesionales. Los circuitos teatrales oficiales como tal, y hablo desde la inmensa generalidad, no permiten y, por tanto, no canalizan la entrada, exhibición o muestra casual, de artistas con algún tipo de diferencias en habilidades físicas. Ellos ni siquiera lo conciben en sus planes de programación al no diseñar búsquedas en la web u otros medios de conocimiento público donde pueden encontrarse referencias que apunten a productos artísticos decentes, ya sea desde lo interpretativo como desde lo plenamente creativo, de personas capacitadas profesionalmente más allá del límite o sello inclusivo. Hay mucho que cambiar. Los circuitos escénicos oficiales no están diseñados estructuralmente para aceptar propuestas que incluyen la otredad física en escena.

Begoña González de Garay: En el caso de la música, hay chicos y chicas con discapacidad que tienen un talento y un potencial increíble. Nosotras trabajamos mucho con autismo, que es un trastorno muy estigmatizado porque se piensa que estos chicos y chicas no van a poder comportarse sobre un escenario, no van a poder actuar ante el público, no van a poder tocar, no  van a poder estar en un grupo con otra gente… y no es así. Cuando se les da la oportunidad de poder formar parte de algo se puede comprobar que tocan mejor que muchos otros que no tienen ningún tipo de diversidad funcional. A muchos de estos chicos y chicas se les cierra la puerta desde el principio, sólo por los prejuicios, y no les dan la oportunidad de poder desarrollar todo ese talento que atesoran.

Manuela Junquera: Hay que dejar de fijarse tanto en las posibles discapacidades y ver más supracapacidades.

¿Por qué creéis que la sociedad tolera tan mal la diversidad?

Begoña González de Garay: Hay quien piensa que la discapacidad sucede en personas que nacen con ella, y creen que a ellos no les va a pasar. Pero no se dan cuenta de que mañana puedes tener un accidente y la vida te cambia radicalmente y te puedes quedar con una discapacidad física, psíquica o lo que sea, y de repente tienes delante de ti esa realidad a la que nunca has querido mirar.

Laura Suárez: Es así porque no aceptamos nuestra propia diversidad. Todos aquí somos diversos, pero en el fondo no queremos enfrentarnos a nuestra debilidades. Vivimos en una sociedad que se basa en la fortaleza, en el triunfar, en ser el mejor… y estamos todo el día sufriendo por alcanzar esos objetivos, por ir subiendo escalas en la pirámide, y cuando vemos gente por debajo nos sentimos mejor. Vivimos en una sociedad tremendamente capacitista.

Omar González: Esa realidad humana responde simplemente a los intereses y poderes que tenemos desde lo individual, amplificado colectivamente. Son intereses creados desde una competencia, que se basa siempre en que el fin justifica los medios. Ello se debe esencialmente a nuestra intención egoísta para no perder un estatus o bienestar logrado. Todo dentro de una apariencia engañosa que nos hemos inventado y justificado, y no nos deja ver correctamente el valor de las cosas, los hechos, la vida y la naturaleza misma.

Nei González: Somos seres extraños, somos diferentes, no somos ni mejores ni peores. Esto me recuerda mucho al Teatro del Oprimido, de Augusto Boal. No somos capaces de ser horizontales. Yo estoy por encima porque soy blanco, yo estoy por encima porque soy doctor, yo estoy por encima porque gano más, porque soy hombre… Entonces aparecen los oprimidos dentro de los oprimidos. Estamos los oprimidos por el sistema y estamos los oprimidos dentro de los oprimidos, como son las mujeres, los discapacitados, los migrantes… Nos cuesta mucho, como sociedad, sostener todo lo que es diferente, por eso no encajamos en una sociedad que está diseñada para sostener y aupar todo lo que esté contenido dentro de la heteronormatividad. Y no hay interés político para cambiar las cosas.

Marta Sitjà: Pero todo eso es por el capitalismo. Estamos en un mundo que prima que seas el mejor, que seas el más rápido. Las cosas se tienen que hacer de inmediato y si no puedes seguir ese ritmo marcado te excluyen.

¿Iniciativas como VISIBLES ayudan en algo a cambiar esa realidad?

Javier Crespo: Yo sí que he notado que en las carteleras de los teatros se van animando a programar obras que han pasado por VISIBLES. Es un porcentaje muy bajo, casi residual, pero sí que está sucediendo. También, que cada vez más gente comprende, acepta y disfruta del teatro hecho por personas con discapacidad. Yo quiero que poco a poco más gente tenga esa sensación que tuve yo viendo el espectáculo de Contando hormigas, descubrir formas nuevas de hacer sobre un escenario y disfrutar sin prejuicios. Todxs somos personas con capacidades distintas y eso es lo que tenemos que ver.

Laura Suárez: Hay que agradecer absolutamente esta iniciativa, que es la única que hay en Madrid, así que hacen falta más espacios como los que forman parte del festival, más espacios para poder mostrar nuestro trabajo.

Marta Sitjà: Es maravillosa una iniciativa así, verdaderamente justa porque permite que todo el mundo pueda disfrutar de los espectáculos, algo que al final es el objetivo de la Cultura.

Iván Lionel: En España hay 4 millones de personas con discapacidad que no pueden ir al teatro habitualmente. Iniciativas así brindan oportunidades que de otra forma no sería posible.

Álvaro Gómez: Iniciativas así ayudan a que podamos romper barreras. Todxs somos capaces de hacer algo, todxs tenemos algo dentro que podemos hacer y mostrar. Hay veces que piensas que no eres capaz, pero sí que puedes hacerlo. El hecho de estar haciendo teatro ahora y que me den la oportunidad de subirme a un escenario era algo impensable para mí.

Nei González: No podéis imaginar lo que significa este momento… que me emociono y todo. No os hacéis una idea de lo gratificante que es para mí, porque detrás de las palabras que ha dicho Álvaro hay una historia muy grande.

Y esto es VISIBLES, grandes historias contadas por personas como nosotrxs, que sienten y sufren igual, aunque tal vez hayan tenido que dar más rodeos para llegar a un determinado lugar. VISIBLES está para ayudarnos a mirar un poco más con el alma y menos con los ojos.

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