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Una obra sobre el edadismo

Arantza Moreno: “La obra es una crítica a un sistema que aparta a las mujeres maduras”

 

Arantza Moreno es la autora, directora y una de las intérpretes, junto a Eni Navas, Ana Montenegro, Txus Montoya, Inma Ochoa y Ainhoa De Cabo, de Lorkianas, una obra que parte de algunos de los más conocidos textos de Federico García Lorca para hablar de la invisibilidad sistémica que sufren las mujeres cuando llegan a cierta edad.

La propia creadora multidisciplinar navarra afincada en Logroño nos habla de este interesante montaje que podrá verse en El Umbral de Primavera los días 9 y 10 de marzo.

 

¿De dónde le viene a Arantza Moreno su pasión por las Artes Escénicas?

Desde muy pequeña me he sentido fascinada por el teatro. Recuerdo que ya en el colegio lo hacía, escribía pequeños guiones y me encantaba jugar con diferentes personajes.

 

¿Dónde te formas y quiénes han sido tus referentes?

Tengo una formación multidisciplinar, en Logroño formé parte de la primera promoción del taller de teatro TAT, donde tuve profesores de lujo, Jorge Padín, Xela Estarque y Ángel Simón. Después vino Cipriano Lodosa. En Madrid Mar Navarro y Andrés Hernández. He tenido muchos más profesores y de todos guardo muy buenos recuerdos y grandes enseñanzas. Cualquiera de ellos es un referente para mí.

 

Como creadora, has abarcado todo tipo de lenguajes: teatro de texto, títeres, clown, familiar, de calle, poesía… ¿Esta formación multidisciplinar ha sido por la necesidad de encontrar más caminos o por placer?

Un poco por todo, hay escuelas en las que se practican varias destrezas y en las que a veces he estado por puro placer de aprender nuevas formas artísticas, que luego me encandilaron y quise continuar ese camino. En otras ocasiones la necesidad de trabajar me llevó a otros lenguajes que también me enamoraron, y también opté por seguir ese camino. Son diferentes disciplinas, dentro de las Artes Escénicas y todas ellas me han abierto un mundo, además de que son maravillosas y cuentan con una gran capacidad para llegar a todo tipo de público.

 

¿En qué momento sientes que puedes ganarte la vida con las Artes Escénicas? ¿Hay algún proyecto que suponga ese punto de inflexión?

En ocasiones piensas que es realmente difícil salir adelante, pero llega un momento en que decides que hay que intentarlo. He estado mucho tiempo compaginándolo con otras actividades, y por fin, hace unos años, decidí lanzarme al vacío. Lorkianas, mi última obra, no es que sea tampoco un punto de inflexión, pero sí ha sido un trabajo que ha ayudado a consolidarme.

 

Eres de Pamplona, pero estás afincada en Logroño. ¿Cómo es el teatro en una ciudad pequeña? ¿Es más difícil para lxs creadorxs sacar la cabeza o es más sencillo poder mostrar vuestro trabajo debido a que no hay tanta competencia?

La dificultad existe en todos los lugares, en los grandes hay más competencia, eso es cierto, pero en los lugares pequeños puede haber menos demanda y al final tienes que moverte a lugares más grandes, entonces la competencia se multiplica. Pero la competencia es buena y absolutamente necesaria, lo que hay que demandar es más programación.

 

Una obra sobre el edadismo en Madrid
El elenco de Lorkianas

 Hubo en su momento una Escuela de Arte Dramático en La Rioja, pero luego cerró sus puertas. ¿Sería necesario que hubiera al menos una en cada comunidad autónoma?

Sí, estoy convencida de ello, debe haber en todas las comunidades una oferta variada de estudio de Artes Escénicas, tanto una Escuela Superior de Arte Dramático, como diferentes escuelas en las que se puedan encontrar una gran variedad de alternativas y disciplinas.

 

¿Sentís el centralismo? ¿Si los caminos no pasan por Madrid o Barcelona es difícil llegar a algún lado?

Bueno, no sé si es centralismo, pero es verdad que es muy difícil que te programen si no te han programado antes en otros sitios, pero no te han programado antes porque no te programan y no te programan porque no te han programado antes… es un pez que se muerde la cola, una rueda de la que es difícil salir.

 

¿Y cómo de complicado es para una compañía como la vuestra poder traer la obra a Madrid o poder hacer temporada más larga aquí?

Realmente es muy difícil. De momento en Madrid nos han programado dos salas estupendas a las que estamos muy agradecidas por confiar en nuestro trabajo y apostar por él. Las salas son La Encina, donde estuvimos a finales de enero y El Umbral de Primavera donde estaremos el 9 y 10 de marzo para su ciclo ‘Musas de marzo’. Estoy segura de que Lorkianas va a cautivar al público y tal vez podamos continuar mostrándola en más lugares de Madrid.

 

¿Y de dónde te nace escribir un texto como Lorkianas?

Bueno, hace tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de hablar sobre el edadismo, así que empecé escribiendo un primer borrador y después de unas cuantas modificaciones lo terminé tal y como está ahora. Se lo mostré a mi compañera Eni Navas y le encantó, a partir de ahí, empezamos a buscar actrices que les interesara el proyecto y que entendieran la realidad del problema. Hoy tengo la grandísima suerte de contar con un elenco maravilloso.

 

¿Qué mensaje subyace en esta obra?

Pues fíjate que hay varias cosas, lo que es absolutamente visible es el hecho de la edad, el edadismo, que por supuesto ataca con más fiereza a la mujer y aún más en las Artes Escénicas. Lorkianas habla de un problema real que sufren millones de mujeres. Envejecer no es una enfermedad, no es un capricho, es algo natural que le ocurre a todo el mundo, no se nos puede castigar por ello. No podemos ser eternamente bellas y eternamente jóvenes, algo que se nos exige en la mayoría de los casos.

 

¿Y por qué elegiste a Lorca para trasladar ese mensaje?

Primeramente, Lorca es una apuesta segura, sus textos son atemporales. Por otro lado, en el teatro de Lorca hay unos personajes femeninos con una fuerza increíble, dotados de una enorme profundidad, poner cualquiera de ellos en escena es un lujo y también un reto para cualquier actriz.

 

El mundo ha cambiado mucho desde los tiempos de Lorca. ¿Han cambiado tanto los universos de las mujeres que él retrató?

Realmente no demasiado, se nos sigue censurando y cuestionando todas las decisiones que tomamos, por ejemplo, si decidimos ser madres o si decidimos no serlo, si decidimos o no casarnos, si nos maquillamos, si no lo hacemos, si calzamos tacones o preferimos zapatos planos, si tenemos pareja, si no la tenemos, en fin, todas las decisiones se nos cuestionan, tanto las más importantes en nuestra vida, como las que pueden parecer más banales, como la forma de vestir y cómo nos comportamos.

 

¿Te sientes invisible? ¿Os sentís invisibles las mujeres de tu compañía?

Pues lamentablemente en muchas ocasiones sí.

 

¿Esa invisibilidad sistémica es sólo debida a cuestiones estéticas o hay algo más?

Es estética y es social, no olvidemos que la estética viene marcada por la sociedad, y esto en muchas ocasiones se convierte en una tiranía. Si a las mujeres ya nos cuesta mucho más llegar a puestos de importancia, cuando llegas a cierta edad, olvídate, es como si los años nos volvieran inservibles. Y no es así, estamos en un momento fabuloso de nuestras vidas. Me siento en la obligación de hacer algo para intentar cambiar esto.

 

¿Es una invisibilidad que sucede en todos los ámbitos de la vida?

Por supuesto, aunque nosotras mostramos esta invisibilidad en las Artes Escénicas, la invisibilidad se hace patente en todos los campos de la vida.

 

¿La obra es una crítica al sistema de trabajo imperante en las Artes Escénicas?

Lorkianas es una crítica a un sistema que aparta a las mujeres maduras, en todas las áreas y más concretamente en las artes escénicas.

 

Las componentes de Lorkianas sois mujeres con una sólida carrera detrás, y muchas habéis trabajado en televisión, cine, teatro… ¿Sentís que falta reconocimiento al trabajo y a la trayectoria que tenéis vosotras y muchas otras tantas compañeras en una situación parecida?

No se trata sólo de buscar reconocimiento, sino de poder y seguir trabajando en lo que nos gusta, en lo que sabemos hacer y para lo que nos hemos preparado toda nuestra vida.

 

Una obra sobre el edadismo en Madrid
Arantza Moreno

 ¿Hoy eres reconocida en función de tus seguidores en redes sociales?

Sé y comprendo que es necesario tener redes sociales, estar siempre al día, y tener un perfil siempre actualizado, pero tal vez esto no debería determinar el éxito de tu trabajo.

 

La obra también apela al concepto de sororidad. Parece que debería ser algo que viniera de serie, pero no lo es. ¿Es un concepto que es necesario cultivar más?

Sí, rotundamente sí, aún queda mucho por hacer, aunque es verdad que en los últimos tiempos la sororidad se está arraigando, tenemos muchas cosas que desaprender y otras muchas que aprender. Hace un tiempo leí algo que escribió la antropóloga Marcela Lagarde en un artículo del portal Mujeres en red que me sorprendió, pero creo que es bastante certero, cuando dice que “la clave está en que nos respetemos, algo difícil porque no estamos educadas en el respeto a las mujeres”. Tenemos mucho camino por delante, pero pienso que poco a poco lo estamos consiguiendo.

 

¿Cuánta energía tiene que gastar una mujer cada día en enfrentarse a los constantes juicios a los que está sometida por cada cosa que haga?

No sé si es cuantificable ni cómo se puede calcular, pero, que todos los días y a todas horas, por el hecho de ser mujeres estemos sometidas a juicio es agotador, fastidioso e inoportuno. Sinceramente, es mucha la impotencia que sentimos solo de pensarlo, y así día tras día da mucha pereza. Es cierto que hoy las mujeres tenemos más armas (entre ellas la sororidad) para ‘protegernos’ de estos juicios, pero también te digo que hay mujeres que viven y han vivido siempre juzgadas, y eso es terrible.

 

En 2022 fundas la compañía Kordelia Teatro. ¿Por qué decides dar el paso de volver a crear compañía?

Yo venía de una compañía con una andadura de casi 20 años, en el momento de su fundación éramos 10 personas, y como no puede ser de otra manera, cada uno acabó siguiendo su propia estela. Así que, tras esa aventura, pensé que había llegado el momento de renovar, de cambiar y dar un aire nuevo a mi trabajo, así lo hice y en septiembre de 2022 fundé Kordelia Teatro.

 

¿Quiénes formáis parte de Kordelia Teatro y qué tipo de teatro os interesa?

En Kordelia Teatro me rodeo de las personas necesarias para cada espectáculo, como en Lorkianas que cuento con grandísimas actrices como Eni Navas, Inma Ochoa, Txus Montoya, Ana Montenegro y Ainhoa de Cabo.

Nos interesa casi todo tipo de teatro, cualquier disciplina que nos dé la oportunidad de hablar de cosas importantes para nosotras y para la sociedad, por ejemplo, en Sinfonía inacabada para un zapato hablamos de la soledad y las relaciones tóxicas y trabajamos el teatro de sombras. En Blue o Historia de un beso hablamos de la aceptación de uno mismo y de lo absurdo y terrible que es una guerra respectivamente, en ambas trabajamos los títeres. En fin, como he dicho diferentes disciplinas teatrales.

 

Hay una frase en vuestra web… “Un día, no importa que día, el teatro, un día llegará a todos los rincones, un día cambiaremos el mundo”. ¿Sientes que se puede cambiar el mundo a través del teatro? ¿Sientes que lo estás haciendo?

Escribí esa frase porque estoy convencida de que solo la educación, la cultura y el arte en cualquiera de sus disciplinas pueden cambiar el mundo. Yo como poeta, actriz, dramaturga… me siento en la obligación de intentar cambiar las cosas, no sé si lo conseguiré, pero en ello estoy.

 

¿Qué balance haces de tu carrera?

Mi balance es muy positivo, sobre todo en lo emocional más que en lo material. He conocido personas extraordinarias de las que he aprendido muchísimo y he compartido momentos muy bonitos, algunos realmente fantásticos. Por supuesto que también me han surgido dudas y he tenido momentos difíciles, pero eso ocurre en todos los trabajos y en todas las facetas de la vida. A partir de aquí hay que seguir trabajando y confiar en que el trabajo dé sus frutos.

 

¿Está Arantza Moreno en su mejor momento?

La verdad es que sí, siento el ahora como un momento increíble, estoy donde quiero estar, haciendo lo que quiero hacer y con quien quiero hacerlo. Ser consciente de eso es maravilloso.

 

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