Rocío Navarro, Alberto Salas, Álvaro Moreno y Ana Pedrosa forman el equipo de gestión de Nave 73. Estas son sus impresiones acerca de cómo la crisis del COVID-19 afectará a su espacio.
Nave 73
Por Sergio Díaz
Lo primero de todo: ¿Cómo estáis?
Nos encontramos bien de salud, confinados todos en casa y bastante preocupados por la situación que estamos viviendo y por las consecuencias, tanto personales como profesionales, que esto pueda tener para todos nosotros. Pero también tratando de ir viendo todo día a día para no volvernos locos, porque está siendo todo muy duro…
Con la actividad escénica interrumpida, ¿estáis pudiendo desarrollar otras actividades: gestión, contacto con las instituciones, preparación y difusión de recursos digitales…?
Como sala individual y como parte de MACOMAD, estamos haciendo frente común con el resto de asociaciones y agentes de las Artes Escénicas, sobre todo a nivel de la Comunidad de Madrid, pero también a otros niveles, para estar en contacto con las diversas administraciones públicas y trasladar la realidad del sector ante esta situación tan extrema. Además, estamos aprovechando estos momentos de menor actividad presencial, para avanzar las negociaciones de algunos convenios de colaboración que teníamos pendientes y para ponernos al día con gestiones administrativas y demás, que siempre hay algo que hacer en este sentido.
Lo único que continúa su curso, adaptándose a las actuales circunstancias, es la Escuela de Nave 73, cuya Formación Anual y el Máster en Dirección Escénica siguen adelante gracias al uso de las nuevas tecnologías. De hecho, a través del perfil de Instagram de la Escuela, se están ofreciendo durante estos días diversas actividades y contenidos al alcance de todos, tales como ejercicios de relajación diarios, performances en directo, etc.
Y, por supuesto, el equipo de gestión que formamos Ana, Alberto, Álvaro y Rocío seguimos al pie del cañón y estamos en contacto diario permanente.
Cuando escucháis lo del teletrabajo como recomendación gubernamental: ¿qué sentís?
Pues, por una parte, pensamos que ya era hora y que se está demostrando que sí que era posible la viabilidad de este método en muchos ámbitos laborales, pero, por otra, no podemos evitar sentirnos excluidos (una vez más) de esta realidad como ente perteneciente a la Cultura que somos. En la parte de formación, como ya hemos dicho antes, sí que estamos pudiendo impartir los cursos de manera online. Pero no es lo mismo, obviamente. Y, por supuesto, en lo que se refiere a la actividad teatral en sí misma, es imposible que el sector de las Artes Escénicas pueda desarrollar su actividad diaria a través del teletrabajo y las administraciones públicas tienen que ser conscientes de ello, para dar una respuesta concreta a este problema.
¿Cuántas personas trabajaban en vuestra sala habitualmente?
Pues serían diez personas en la actividad directa de la sala y dieciocho profesores, más, por supuesto, toda la gente que forma parte de las compañías que se han visto afectadas por este cese temporal de la actividad.
¿Qué ha supuesto esta situación para vosotros a nivel de puestos de trabajo de forma directa? ¿Habéis tenido que prescindir de alguien o podéis mantener todos los puestos?
Pues nos hemos visto obligados a acogernos al ERTE, en lo que a los trabajadores por cuenta ajena se trata, así como a facilitar la tramitación y gestión de ayudas a los autónomos. Es una decisión que nos ha costado mucho tomar, pero que dada la situación actual y sin saber a ciencia cierta cuándo podremos volver a la actividad regular de la sala, era la única manera de asegurar el salario a todos nuestros trabajadores mientras dure todo esto, y también es la única manera de tratar de mantenernos con vida cuando todo esto pase. Por suerte, todos los que formamos parte de Nave 73 somos como una gran familia y nuestros trabajadores no solo han entendido esta medida, sino que nos han dado todo su apoyo y se han mostrado dispuestos a remar a favor en todo lo que puedan aportar para conseguir, entre todos, salir adelante. Solo mantenemos en su puesto a la persona encargada de la administración de la Escuela y, por supuesto, a los profesores que siguen manteniendo su actividad en estos momentos tan excepcionales para todos.
E indirectamente ¿Cuántos espectáculos vamos a dejar de ver en vuestra sala y cuántas compañías se ven afectadas?
Pues, mínimo, atendiendo a la actual fecha decretada para el Estado de Alarma, se verían afectadas diez obras diferentes entre marzo y abril y nueve compañías. De estas obras, trataremos de reubicar al máximo de compañías posibles, sin perjudicar al resto que ya estaban programadas para lo que queda de temporada e inicios de la siguiente. El principal problema también, en este sentido, será para las compañías que tendrían que estar ensayando ahora para estrenar sus espectáculos en abril y mayo. Esas compañías lo tienen realmente complicado y puede que sus obras no lleguen a estrenarse en las fechas previstas.
¿Qué impacto económico mensual va a tener para vosotros?
Según los cálculos que hemos hecho hasta ahora, nuestros ingresos se verían mermados entre un 70 y un 75% mensual, si conseguimos mantener la actividad mínima de escuela que tenemos en estos momentos. A esto hay que sumar que, aún sin tener actividad, hay unos gastos fijos mensuales que tenemos que seguir asumiendo y que, aun acogiéndonos a las medidas dispuestas hasta ahora por el Gobierno, no sería suficiente para hacerles frente. Por lo que, cuanto menos, asumimos desde ya que saldremos de ésta (si es que salimos) muy tocados económicamente.
A nivel de instalaciones, ¿estáis de alquiler o el local es vuestro? ¿Supone uno de los grandes gastos a mantener aunque no haya actividad?
Estamos de alquiler. Pero, por suerte, en nuestro local habitual de la calle Palos de la Frontera, nuestro casero siempre ha demostrado tener una especial sensibilidad hacia nosotros y hacia la actividad que realizamos y nunca hemos tenido problemas con él a la hora de flexibilizar pagos o de negociar otras medidas que nos pudieran ayudar en determinadas circunstancias.
En el local de la escuela, al ser un alquiler más reciente, estamos en estos momentos en conversaciones con la casera para tratar de llegar a un acuerdo que sea lo menos perjudicial posible para ambas partes.
¿Cuáles creéis que van a ser para vosotros las repercusiones a largo plazo de esta crisis del COVID-19? ¿De qué forma lo vais a sufrir de cara al futuro?
En estos momentos ni siquiera tenemos claro, como ya hemos dicho anteriormente, que vayamos a conseguir salir de ésta sin vernos obligados a echar el cierre. Vamos a luchar con uñas y dientes para intentar evitar que esto pase, por supuesto, pero no vamos a negar que ya hemos valorado este supuesto.
También creemos que, aunque espacios como el nuestro consigan sobrevivir a esta coyuntura, tardaremos mucho en volver a la rutina en cuanto a la asistencia de público se refiere. Con lo cual, no solo hay que tener en cuenta cuánto tiempo estemos estos espacios parados sin ningún tipo de actividad, sino lo que tardaremos realmente en volver a coger el ritmo (ya de por sí bastante precario) que teníamos antes de esta crisis.
Y os aseguramos que estamos siendo lo más optimista que podemos en todo momento, pero la situación es bastante crítica. No obstante, tanto a nivel personal como a nivel profesional, intentamos valorar la situación día a día para tratar de mantener la calma y luchar con todas nuestras fuerzas.
Se está hablando mucho de las medidas que ha tomado el Gobierno. ¿Crees que son suficientes para la cultura a nivel general y para vosotros en particular?
La realidad es que, en estos momentos, medidas concretas hacia la Cultura no hay ninguna. Estamos en todo momento en contacto directo con las diversas administraciones que, desde el primer momento, nos han mostrado su apoyo, pero aún estamos a la espera de que ese apoyo se traduzca en medidas específicas.
¿Qué necesitáis vosotros particularmente de las instituciones en un momento así?
En estos momentos lo vital para nosotros es la liquidez. Eso es lo que necesitamos de las administraciones públicas ahora. Más adelante, cuando todo esto pase, necesitaremos por supuesto todo el apoyo que desde las instituciones puedan darnos para volver a enganchar al público y para conseguir que se considere a la Cultura como bien de primera necesidad, como ya se ha hecho en otros países como Alemania.
Es básico, y se puede comprobar en momentos tan terribles como el que estamos viviendo, que la Cultura sea considerada como bien de primera necesidad desde las instituciones públicas para garantizar su subsistencia y para conseguir, de una vez por todas, que sea considerada como tal por los ciudadanos. Tenemos una de las culturas más ricas y valoradas a nivel mundial y, sin embargo, dentro de nuestro propio país, ha sido tradicionalmente maltratada por Gobiernos de cualquier signo político y, a día de hoy, se sigue viendo como algo secundario y prescindible desde muchos sectores de la sociedad. Hay que conseguir cambiar eso, y solo se conseguirá si a la Cultura en nuestro país empieza a dársele el valor que realmente tiene desde las instituciones públicas.
¿Tenéis concedida alguna ayuda pública reciente? Si es que sí, ¿tenéis ya el dinero o todavía no? ¿Os han dado las instituciones alguna previsión en este sentido?
Teníamos concedida la ayuda de la Comunidad de Madrid de 2019 y justo llegó el pago a todos los espacios y productoras antes de decretarse el Estado de Alarma en todo el país. Eso, precisamente, es lo que nos ha permitido poder plantearnos la subsistencia a medio plazo. El problema es que durante los próximos meses tendremos un vacío de convocatorias y ayudas públicas, que sostienen la Cultura de base, y que no sabemos realmente hasta cuándo se prolongará.
Para atacar a este sector siempre se habla de que la cultura está muy subvencionada, pero llega una situación como esta o una crisis económica y vemos que es un sector que sufre mucho y en casi todos los niveles. ¿Por qué la sociedad no reconoce al sector como debería? ¿Por qué siempre le dan de lado?
Como decíamos antes, creemos que lo que gran parte de la sociedad tiene de la Cultura es una visión sesgada que, tradicionalmente y por desgracia, se ha venido alimentando desde las propias administraciones públicas que no han dudado en usar a la Cultura como cabeza de turco cuando lo han necesitado.
En nuestro país, hay muchísimos sectores y grandes empresas mucho más subvencionadas que la Cultura pero, sin embargo, solo se ataca a ésta. Creemos, como también apuntábamos antes, que ya es hora de que sectores como el de la Sanidad, la Educación o la Cultura se pongan en valor como merecen desde las instituciones públicas y que se consigan grandes pactos de Estado para protegerlas.
La cantidad de puestos de trabajo que genera y lo que aporta la Cultura al PIB anual de este país, es mucho mayor de lo que en porcentaje recibe de ayuda pública. Y en lo que respecta a las salas alternativas y a la cultura de base, es vital que reciban este tipo de subvenciones públicas, ya que, a nuestra manera de ver, representan el I+D+i de la Cultura, puesto que es donde se llevan a cabo todo tipo de experimentaciones e investigaciones en la creación a todos los niveles y sin ese apoyo público, sería imposible que salieran adelante.
Vosotros sois también escuela. ¿Cómo os ha afectado ahora y cómo os afectará de cara al futuro?
Por ahora hemos conseguido adaptar todo lo referente a nuestra Formación Anual y al Máster de Dirección Escénica a las nuevas tecnologías y estamos actualmente impartiendo las clases online, haciendo uso de diversas herramientas como video llamadas, teleconferencias, redes sociales, etc.
No obstante, estamos adaptando contenidos y calendarios prácticamente sobre la marcha y eso es lo más complicado de todo, porque no sabemos cuándo podremos recuperar la actividad habitual de la escuela y esos nos obliga a plantearnos múltiples escenarios cada día.
¿Cuántos cursos (talleres, laboratorios, etc.) habéis tenido que parar y a cuántos alumnos y trabajadores ha afectado?
Por ahora, como decimos, seguimos adelante con la Formación Anual y el Máster en Dirección Escénica. Pero lo que sí se ha visto afectado son cursos como los de Teatro para Aficionados o Juveniles, en los que un solo profesor estaba al cargo de varios grupos distintos, o talleres y laboratorios monográficos que estaban ya planteados para los próximos meses y que no se podrán llegar a hacer. Esto ha afectado a un total de cuatro profesores y cinco grupos con entre 12 y 14 alumnos cada uno.
¿Cuántos ya organizados no van a poder empezar?
Por ahora, ya planteado, sería solo uno. Pero, obviamente, esto nos ha obligado a parar la organización de cursos y monográficos para los meses de junio y julio, y son bastantes los proyectos de este tipo que se perderán en el camino.
¿Qué impacto económico creéis que supondría para vosotros no poder reanudar actividad hasta septiembre?
Supondría perder, aproximadamente, el 50% de los ingresos de escuela en lo que a la formación anual se refiere, más el 100% de pérdida de esos cursos y monográficos que no podrán llegar a realizarse. Por lo que estaríamos hablando de una situación bastante catastrófica… Más el perjuicio que todo esto pueda llegar a causar, obviamente, sobre futuras matriculaciones de cara al próximo año.
¿Cuándo solíais lanzar convocatoria para los cursos de la siguiente temporada? ¿Creéis que esta situación retrasará también esos plazos y puede provocar perdida de futuros alumnos aunque la situación ya se haya solucionado?
La convocatoria de nuestros cursos anuales suele lanzarse, precisamente, sobre estas fechas. Confiamos en que nuestra formación anual, que ya cuenta con una estructura fuerte y consolidada, no se vea afectada en demasía por esta situación; pero asumimos que esto afectará al número de alumnos que puedan llegar a matricularse en el resto de cursos de nuestra escuela. No obstante, dada la filosofía y los métodos de trabajo que aplicamos en nuestra formación, y dado que esto nos permite seleccionar un número reducido de alumnos por grupo, confiamos en poder sacar adelante la gran parte de nuestros cursos el próximo año.
¿También podría afectaros el retraso de la EvAU y finalización de los cursos lectivos de Institutos y Universidades a la hora de que los posibles nuevos alumnos puedan plantearse apuntarse a vuestra oferta formativa?
Desde la Escuela de Nave 73 lanzamos habitualmente dos convocatorias de selección: una en el mes de junio y otra en septiembre. Obviamente, estaremos atentos a cualquier alteración que pueda haber en el ámbito educativo en este sentido, pero confiamos en que los alumnos que estén interesados en acceder a nuestra formación puedan presentarse a alguna de estas pruebas y, llegado el caso, podríamos retrasar la prueba de septiembre lo máximo posible, tratando de no alterar el inicio de las clases que se daría, como es habitual, en el mes de octubre.
¿Tenéis formación online? ¿Creéis que puede ser una salida? Si no la tenéis, ¿Os lo estáis planteando?
Estamos usando la formación online de manera coyuntural, dadas las características excepcionales del momento actual, pero no nos planteamos hacerlo de manera habitual, puesto que la propia idiosincrasia de las Artes Escénicas iría en contra de una formación que no favoreciese el trabajo presencial y las dinámicas de creación en equipo.