Charlamos con Belén Marco, la dramaturga y directora de DesgracidaMente, una obra que surge de la propia mente de esta inquieta creadora en la que nos habla sobre cómo la ansiedad y la angustia hacen que seamos nuestros peores enemigos.
Andrea Constancio, Pilar Chazarra y Fernando Reyes protagonizan este espectáculo que aúna teatro, música y humor trágico y que podrá verse en La Casa de Rovodorovsky Teatro los días 13, 20 y 27 de junio.
¿De dónde te viene tu amor por las Artes Escénicas?
Cuenta mi madre que, de niña, cuando terminaban las funciones de teatro que íbamos a ver me ponía a llorar y tardaba bastante tiempo en calmarme. ¡No quería irme del teatro! Yo creo que ahí pasó algo importante, al día de hoy recuerdo obras que vi con 5 años.
En Buenos Aires ya desarrollaste tu carrera. ¿Cómo te fue por allí?
Empecé a estudiar teatro desde los 12 años, a los 16 ya estaba actuando en espectáculos, desde ese momento fue un no parar. Yo diría que me fue muy bien, actué obras de otros pero en general disfrutaba más cuando creaba mis propios espectáculos, al principio eran co-direcciones, hasta que me animé sola. El último espectáculo propio que hice antes de venir a España, estuvo programado en Calle Corrientes, que es como la Gran Vía de aquí. Me fui en un buen momento.
¿Y qué te lleva a venir a España?
Amor por Madrid, tengo una fascinación por esta ciudad, hace 7 años que vivo aquí. Vine a probar una temporada para ver cómo me sentía y a la semana me di cuenta que este lugar es mi hogar. Algunas amigas madrileñas me hacen el chiste que soy más madrileña que ellas.
Y nada más llegar ya fundas tu compañía. ¿Cómo das ese paso, de quién te rodeas?
Fue un poco mágico, porque una cosa llevó a la otra y conocí a las compañeras. Vine con una idea para montar un espectáculo, el que luego fue You can do it. Llegué con dos canciones y una idea, el resto fue ir encontrando en los lugares menos pensados a las compañeras para ese viaje. Por ejemplo, a Pilar la conocí en la peluquería. Fue una coincidencia muy graciosa que todavía recordamos.
Llegué en septiembre del 2017 y en abril del 2018 estábamos estrenando el primer espectáculo.
¿Qué lenguaje queréis desarrollar en Las viejas teatro? ¿Qué tipo de teatro os interesa?
Yo admiro profundamente a Les Luthiers, de siempre. La mezcla del teatro y la música, sin que sea musical, me parece una excelente combinación. Con la música cuentas cosas que de otra manera no llegas.
Tras You can do it y Pura habladuría, ahora llegáis con vuestra tercera propuesta, DesgraciadaMente. ¿De dónde nace este espectáculo?
De mi mente desgraciada.
¿Y cómo es la dramaturgia que habéis elaborado?
El proceso fue un poco parecido al de You can do it. Tenía una idea y canciones escritas, y a partir de ahí comencé la escritura. Yo digo que si esto no fuera una obra de teatro verías a una mujer sentada durante una hora pensando sin parar y en bucle. Quise sacar esos pensamientos afuera y ponerles cuerpo, que lo invisible se haga visible.
El espectáculo habla de la mente de una mujer, la mente de ataque, la mente que no para. Es una mezcla de experiencias propias exageradas y un poco lo que nos pasa a la humanidad entera. Esa mente que si le pones una cara, un cuerpo, termina siendo un personaje bastante ridículo. Le puse cuerpo a la mente de ataque, un animal, un reno que arrebata, que no da respiro.
¿Y cuáles son los temas fundamentales de los que trata la obra?
Los temas fundamentales son el amor romántico, los sueños que postergamos, los mandatos familiares y la salud mental, habla de muchas cosas porque al final, habla de los condicionamientos que tenemos.
¿Cómo afectan nuestros pensamientos internos a nuestras vivencias externas?
Muchas de nuestras decisiones las toma una mente desgraciada, a partir de ahí el resultado está a la vista, lo vemos en lo colectivo y en la vida individual.
¿Vivimos siempre dentro de una realidad distorsionada?
Desde mi punto de vista sí, creo que son pocos los momentos donde podemos conectar con la propia coherencia sin los condicionamientos que traemos y los que nos rodean. Cada condicionamiento genera una distorsión, desde esa distorsión actuamos en el mundo.
¿Es posible convivir con el ruido de la cabeza? ¿Cómo se hace?
Yo estoy en eso, conviviendo. La mente de ataque es el compi de piso que no paga el alquiler y genera más gastos. Pongo mucha observación y desconfío de cada pensamiento. Una pregunta que me sirve mucho hacerme cuando se me activa el ruido es: “¿Esto es cierto?”, esa pregunta desactiva mucho mis pensamientos de ataque, porque la respuesta la mayoría de las veces es: “No, no es cierto lo que me estoy contando”.
¿Siempre es más fácil hacer caso al reno que a Papá Noel?
Sin dudas, en la obra el reno representa la mente de ataque y el Papá Noel los sueños, el reno gana si le dejas, tiene más fuerza.
¿Cada unx de nosotrxs convive con su peor enemigx a diario?
Sí, y resulta que tu peor enemigo es un charlatán. A veces desconfiamos de la gente pero no desconfiamos de ese charlatán que tenemos dentro que nos asfixia con realidades que no existen y que no van a existir.
¿Por qué la ansiedad es uno de los mayores problemas a los que se tienen que enfrentar las personas? Al menos en el primer mundo?
Yo creo que el ritmo en el que vivimos es antinatural, estamos alejadas de nuestro verdadero ritmo interno, estamos condicionados por una convención del ritmo que ‘debería ser’, en lucha con nuestras propias emociones, porque siempre ‘debería estar pasando otra cosa’. Te pongo un ejemplo: estoy sintiendo rabia y no la siento porque no debería estar sintiendo rabia, pero sí estoy sintiendo rabia. Rechazar lo que siento me aleja de mí misma. Los mandatos de lo que debería ser me llevan a entrar en una deshonestidad conmigo misma. Al final, si rechazo lo que siento, me estoy rechazando a mí misma, a partir de ahí empiezan algunos problemitas.
¿El humor en vuestra obra es un elemento para hacer más llevadero lo que nos estáis contando?
El humor es clave, me parece que el humor genera una distancia que habilita poder observar el tema de otra manera.
Y por lo que veo la música también es esencia en tu vida y en vuestros montajes…
La música es muy importante para mi, disfruto escribiendo canciones. Tengo muy buena fortuna porque siempre trabajo con músicos excelentes que me siguen en mis ideas, esto ya me pasaba en Buenos Aires. Todas mis obras estuvieron y están combinadas con música.
¿Cómo ves la escena independiente madrileña?
Creo que poco a poco está más atrevida, más experimental.
¿Hay muchas diferencias entre la escena teatral de aquí y la de Buenos Aires?
En Buenos Aires hay una oferta inmensa y mucho lugar para experimentar, levantas una piedra y hay una obra de teatro. Aquí los espacios para la experimentación son menos, pero es que res difícil sostener ese tipo de espacios y es agotador.
¿Qué le dice el Papá Noel interno a Belén Marco? ¿A qué sueños y aspiraciones te anima?
A conectar con mi visión, a desarrollarla, a atreverme a seguir mi impulso creativo, a confiar en mí.
Belén Marco, ¿has conseguido matar al reno?
¡Claro que no! Aquí lo tengo, hablándome al oído, pero decido no escucharlo, al menos en este rato en el que estoy hablando contigo.
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