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El humor para ayudarnos en travesías oscuras

Miguel Torres: “Vivir es rebelarse ante la evidencia de la muerte”

La nueva producción de Teatro Lagrada es Café para intelectuales, un texto del autor mexicano Teófilo Guerrero que es la primera vez que puede verse en nuestro país.

Dirigida por Miguel Torres, el impulsor de Teatro Lagrada, se trata de una obra llena de humor trágico, de ese que te hiela la sonrisa, y que podrá verse en el espacio de la calle Ercilla del 18 al 26 de noviembre.

 

En tu afán por traer textos de autores desconocidos a Madrid, en esta ocasión trabajas sobre Teófilo Guerrero. ¿Cómo llegas a la obra del dramaturgo mexicano?

Un alumno mío estuvo impartiendo clases en una universidad mexicana y sabiendo que Teófilo venía de visita a Madrid le habló de Lagrada y personalmente me trajo entre otros este texto. No está editado en papel en España pero se puede conseguir en formato digital

 

Y de entre todos sus trabajos has escogido Café para intelectuales. ¿Por qué te ha llamado la atención especialmente esta obra?

Sobre todo por el sentido del humor, no sé quién dijo que el humor es algo muy serio; utilizar el humor para profundizar en la esencia humana es muy gratificante y muy complicado. Rescataría, por ejemplo, la famosa frase de los hermanos Marx “estos son mis principios y si no le gustan tengo otros”, es difícil decir más con tan poco, y no hablemos de ‘El Roto’, por citar uno de los mejores ejemplos que tenemos.

 

¿El título del libro es pura ironía?

Yo creo que sí, todos hemos ido al Café Comercial o al Café Gijón donde a lo largo de la historia se ha reunido la intelectualidad pero también la pseudointelectualidad, a estos últimos yo creo que se dirige el autor.

 

Se trata de un libro compuesto de 7 historias más o menos cortas y sin relación entre ellas. Tú has escogido 3. ¿Por qué han sido esas tres específicamente y que te ha llevado a descartar las otras cuatro?

Todas me parecían excelentes, el condicionante era la extensión y el elenco disponible, cualquiera de ellas me hubiera gustado trabajar.

 

¿Me puedes definir un poco las tres historias y el mensaje que subyace en cada una de ellas?

La hipocresía de ciertas clases sociales, la ambición, la mentira, la traición podrían ser las ‘cualidades’ del primer texto (Chingue a su madre al mínimo). En el segundo texto, Al desnudo, se habla de la posibilidad de abandonar el mundo artificial y convencional en aras de un reencuentro real y profundo. Esta segunda historia nosotros la hemos trabajado más desde un plano dramático que humorístico. Y, por último, la tercera historia sería Café para intelectuales, y es la que da título al libro; en ella se relatan las connivencias de los políticos con los narcos, la corrupción y lo difícil que resulta salir de ese mundo. De forma tangencial a través de un personaje se muestra la dificultad de los actores y actrices de poderse dedicar a su profesión.

 

En la obra usan expresiones muy mexicanas, como es normal. ¿Qué tipo de adaptación has hecho sobre el texto original? ¿Has cambiado algo en la forma y/o en el fondo?

No, es un reto que nos hemos propuesto, respetar los términos que usa el autor, quizás tres o cuatro palabras que podrían dificultar la comprensión de la escena pero nada más. No hemos intentado tampoco imitar la forma de decir el texto en mexicano, sería un fracaso y además innecesario, nosotros mismos nos hemos sorprendido cómo dicho en acento español no se echa en falta el acento mexicano.

 

¿Cómo es la puesta en escena que has desarrollado?

Dice Teófilo: “…nada de escenografía, ni aparatos y si se puede…ni teatro”, y aunque no le hemos hecho caso al pie de la letra sí que nos hemos acercado. Dos sillones y una mesa para la escena una y tres y nada para la dos. Por otro lado es una constante en mi trabajo, nada que estorbe e importune al actor, si la escenografía ha de ser abundante porque la dramaturgia lo exige pues vale, pero si no ¿para qué decorar?

 

El humor para ayudarnos en travesías oscuras en Madrid
Escena de Al desnudo

 

En Al Desnudo, hay una frase de Albert Camus que dice que: “Todas las grandes acciones y todos los grandes pensamientos tienen un principio ridículo”. ¿Lo crees así?

Así de repente no podría decirte con certeza, pero Camus era muy grande y puede que tenga razón. Yo he entendido algo de su pensamiento a través de El Malentendido, obra que hicimos hace un par de temporadas en Lagrada -otra vez el arte del actor, hacer para conocer-, y es cierto que muchos propósitos a lo largo de la historia, tanto en ciencia como en artes o cualquier otra rama, que a priori eran descabellados han devenido en grandes hallazgos. A la intuición, explicada en la actualidad por la neurociencia, hay que hacerle caso

 

Las tres historias son muy poco teatrales, en el sentido de que son como escenas cotidianas (excepto el final de la última historia, si me apuras). ¿Eso hace que sea un trabajo más sencillo con los intérpretes o todo lo contrario, tienes que frenar el exceso de naturalismo para que sea más ‘teatral’?

El otro día hablábamos de esto en clase, todo lo que sucede en escena es teatral, nada es natural, no se habla con una persona que tienes a un metro como se habla en escena que lo tiene que escuchar el último espectador…, sin  embargo se percibe como ‘natural’, hablar en verso en escena es ‘natural’, el monstruo o el duende se comportan de forma ‘natural’… Lo natural del teatro no es lo natural de la vida, si trabajas en escena con la atención puesta en el aquí y ahora es ‘natural’, si tu atención está puesta en mostrar un resultado al patio de butacas será artificial.

 

El tono general del libro es bastante descorazonador o eso me ha parecido. ¿Tú lo sientes igual?

Creo que fue Mario Benedetti quién dijo que “un pesimista es un optimista bien informado”. Hablemos de cómo son las cosas, que seguramente son bastante decorazonadoras y después veamos si podemos ponerle coto. La muerte es inevitable pero vivir es rebelarse ante esta inevitable evidencia.

 

De hecho, el libro te deja bastantes dudas sobre la humanidad de casi todos lo personajes… ¿Has llegado a comprender las motivaciones de los personajes en las 3 historias? ¿Habéis hablado sobre esto en los ensayos?

Eleuterio Sánchez, ‘El Lute’ venía a decir más o menos que “las circunstancias te llevan al lugar de la delincuencia y después te señalan como un delincuente”. Analizar las causas no es justificar un hecho, analizar las causas nos puede llevar a tratar de modificarlas para que no vuelva a suceder, ¿somos autónomos o somos fruto de un eje de coordenadas?

Tenemos un problema de humanidad porque las humanidades están desprestigiadas en los programas de enseñanza en aras de otras materias que facilitan el acceso a la riqueza material, pero los perjuicios sociales me parece que son evidentes.

 

En estos momentos complejos que estamos viviendo, ¿sientes que somos menos humanos que nunca?, ¿cada vez más nos alejamos los unos de los otros para salvarnos a nosotros mismos de forma individual?

Yo creo que sí, lo que está sucediendo en Oriente Medio es paradigmático, a un hecho execrable se responde con hechos execrables, para frenar esta barbarie inhumana es necesario como decía antes analizar las causas, los antecedentes no inmediatos sino pretéritos, reconocer los errores y enmendarlos, la prepotencia y el egoísmo son malos consejeros.

 

Para hablar un poco también de la Escuela de Teatro Lagrada. ¿Cómo es la gente que se apunta cada año a vuestros cursos? ¿Van cambiando los perfiles con el paso del tiempo?

La mayoría es gente que trabaja, que tiene trabajos que les da de comer y quiere dedicar un tiempo a una actividad humanista, cultivar la sensibilidad que las artes proporcionan. También hay jóvenes que quieren dedicarse al teatro y cuando se es joven es el momento de arriesgar y creo que hacen bien en intentarlo. He de reseñar que el sistema de trabajo es igual para unos que para otros, no hay teatro de aficionados y teatro para profesionales.

 

El humor para ayudarnos en travesías oscuras en Madrid
Escena de Café para intelectuales

 

Y esos alumnos jóvenes que os llegan, ¿sienten que se enfrentan ante una carrera muy compleja o tienen la ilusión intacta a pesar de tantos estímulos externos negativos?

Yo intento ser riguroso y honesto en mi trabajo, no enseño trucos ni atajos, creo que es lo correcto y el alumno lo puede usar para lo que lo quiera usar. Yo creo, y así intento trasmitírselo, que hay que vivir para el arte y si además puedes vivir del arte mejor que mejor.

 

¿Cuál es la enseñanza fundamental que intentas dejar en tus alumnos al final de cada curso?

La honestidad, el disfrute con el trabajo serio y riguroso.

 

Siempre que hablamos te hago la misma pregunta, ¿Cómo está la salud de Teatro Lagrada?

Pues estamos ni mejor ni peor que siempre, podríamos decir que la nave va, con altibajos, con sinsabores, pero todo supongo debe merecer la pena porque si no, no estaríamos al pie del cañón.

 

¿Y cómo ves la salud de las Artes Escénicas de nuestra ciudad?

El teatro alternativo, que es lo que más conozco goza de buena salud pero debido al esfuerzo que día a día desde MACOMAD se realiza, la gente joven que dirige este movimiento es muy trabajadora y capaz y gracias a eso nos mantenemos a flote, pero no podemos bajar la guardia, es trabajo del día a día.

 

Y Miguel Torres cómo está, ¿cómo siente lo que está pasando a su alrededor?

Bastante cabreado, me exaspera el bajísimo nivel intelectual de nuestros dirigentes, el discurso chato y chabacano en el parlamento y en los medios, el negacionismo del cambio climático, la impunidad del estado de Israel, el problema de la demografía, que no se aborda y que creo que es vital…

 

¿Hay algún proyecto que te quede por hacer por compromiso o deseo personal?

Por suerte muchos, espero morirme con proyectos en la cartera.

 

 

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