¿Quién hoy, en el mundo actual, no conoce a Vincent Van Gogh?
¿Qué sentiría si le dijera que podemos disfrutar de su obra porque una mujer, nacida a mediados del siglo 19, Jo Van Gogh, la viuda de Teo Van Gogh, se empeñó́ y dedicó su vida entera a conseguir que las obras de su cuñado Vincent, no se perdieran o fueran destruidas? Sin ella es muy posible que Van Gogh no existiera en la historia de la pintura.
¿Ud. sabe quién fue Jo?
Encuentra toda la belleza que puedas, me dijo y así empezó todo.
Desde hace tiempo Jo prefiere estar con ‘los ausentes’ más que con ‘los presentes’, pero ¿quién nos puede asegurar que, a menudo, ‘los ausentes’, no son nuestros verdaderos compañeros de vida?
Hoy, Jo, tiene algo muy importante que contarle a su marido, muerto 35 años antes, unos meses después que Vincent.
Texto dramático basado libremente en los Diarios de Jo Van Gogh y en las Cartas a Theo de Vicent Van Gogh.