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El móvil. El reloj. La cartera… La novia. El coche. La casa. Cuidado, a partir de ahora pueden robarte hasta el alma en los Teatros Luchana. Y no hablamos de la trama Gürtel, ni del Dioni, ni siquiera de Hacienda. Héctor Mancha estrena Roba como puedas, esperado espectáculo del único carterista de escenario, ladrón de calle y salón, Campeón Mundial de Manipulación y Magia de Escena…
Roba como puedas es el único show del mundo donde el público entra sabiendo que le van a robar, pero no puede hacer nada por evitarlo. «Por mucho que prestéis atención, os volveré a engañar una y otra vez», asegura Héctor Mancha, acompañado de un travieso partener, el gorila Monolo (Primer Premio en comer croquetas de cocido). «No os preocupéis si os vais sin la cartera, os la devuelvo (vacía)». Héctor Mancha te sustraerá lo que lleves encima, pero… ¿alguna vez has tenido algo?
«He aprendido a robar en la calle, la mejor escuela de la vida», apunta Héctor Mancha. Antes de dedicarse al robo escénico (pickpocket), el príncipe de los ladrones se especializó en cartomagia, magia de cerca, magia de salón, sombras chinescas, mimo, clown e improvisación. Sin embargo, reconoce que ‘Roba como puedas’ no es un show de magia, «sino de robos y mucho cachondeo”. Siempre con la ayuda de su inseparable Monolo, “un gorila muy educado y simpático que distrae a todos mientras les robo».
David Williamson, Umbilical Brothers y Penn and Teller están entre sus referencias, aunque por encima de todos, ‘el Dioni’. Héctor Mancha acumula una cascada de premios nacionales e internacionales en la última década: Campeón Mundial de Magia de Escena 2015, Campeón Mundial de Manipulación 2015, Primer Premio de Magia en el White Magic Festival de Rusia 2014, Campeón Nacional de Manipulación 2014, Mago Español del Año 2012…
Roba como puedas es su tercer montaje propio, que evoluciona del ilusionismo tradicional de sus anteriores producciones (‘Magia reservada’, ‘Miénteme’) al carterismo de escenario. Cuenta con música en directo de Juan Porta y vestuario de Juanjo Larriba. Como decía Antoine de Saint- Exupéry, «la perfección no se consigue cuando ya no queda nada por añadir, sino cuando no queda nada por quitar».
