Ania y Pepe presentan la obra Reciclando a un famoso. Ellos han vivido la experiencia de concursar en un ‘reality show’ y han probado las mieles de la ‘fama exprés’. Años después se dan cuenta de que estar bajo el foco se puede convertir en una adicción y se proponen ayudar a los ‘famosos destronados’ con sus enseñanzas. Se convierten en ‘coachs’ de juguetes rotos. Pero entre sus alumnos aparece Shania, una arribista que sale de otro concurso televisivo y que no se resigna a que su momento de gloria haya finalizado.
Shania cuestiona las enseñanzas de Pepe y Ania que parecen haber asumido que la fama efímera les ha ocasionado más problemas que beneficios. Entre los fracasos, la imposibilidad de tener pareja ya que sus pretendientes parecen estar buscando más al personaje que a la persona. Los dos protagonistas acarrean una larga lista de fracasos amorosos. Ania es una perfeccionista que cree haber encontrado a su hombre ideal en cada relación. Pepe es un cínico desconfiado que disfruta con el ‘carpe diem’. Entre los proyectos de la agencia que ambos dirigen está la creación de una aplicación, ‘Celebrity conection’ que ayude a los personajes públicos a encontrar a su media naranja ya que todos se ven prejuzgados cuando ligan. Ania y Pepe buscan que sus alumnos reciban un ‘tratamiento integral’ para hacer llevadera la post-fama mientras ellos intentan poner en orden sus propias vidas.
Ambos quieren que el público se olvide de que fueron concursantes de Gran Hermano y limpiar su imagen para entregarse a nuevos proyectos. Ania va a intentar volver de nuevo al mundo de la interpretación haciendo frente a sus neurosis múltiples. Pepe, por su parte, se vuelca en la formación de Shania ya que se siente atraído por el descaro y empuje de la ‘trepa’ que le obliga a recapacitar sobre lo que significa el triunfo y lo azaroso del éxito.