Bienaventurados los que ríen, pues ellos no estarán tristes. Bienaventurados los que improvisan, porque sus vidas no están escritas. Los hermanos Salomón y Teodoro ofrecen a los infieles de todo el mundo la posibilidad del sanar sus almas uniéndose a la improvisación como una nueva religión.
¡Amén!
El público dará testimonio de cómo la improvisación cambió sus vidas, en un ritual sólo apto para personas que quieran tomarse la vida a risa. Salomón y Teodoro, predicarán con el ejemplo, improvisando para que todo el que quiera, se una a ellos activamente y se conviertan en evangelistas de la impro.
Sentid la llamada del humor y que este inunde vuestras vidas.
¡Aleluya!