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¿Por qué, así, el principio?
Si Eva y la Serpiente volvieran a encontrarse después de la expulsión del Paraíso, ¿qué tendrían que decir (o que decirse) respecto al relato sobre ellas que conocemos? ¿Cuál sería su versión de los hechos? ¿Y si pudieran tomar partido para reescribir el desenlace de su historia?
Dos mujeres, cómplices en el pasado de una acción perversa, se reencuentran clandestinamente en el destierro al que ambas han sido condenadas. En un aquí y ahora nuevos, diferentes a todo lo que conocían, ellas también han cambiado, y su unión está prohibida. El riesgo que corren al reafirmar el pacto que las convirtió en culpables es tan grande como lo fue su castigo, y como lo será su victoria si, en esta segunda ocasión, logran cumplir su objetivo.
Llanto y veneno es un ejercicio de imaginación sobre el mito bíblico de la creación con el que jugamos a transformar los símbolos y metáforas culturales asociados a sus dos protagonistas femeninas. ¿Qué nuevas lecturas sobre quiénes somos, cómo vivimos y por qué lo hacemos así surgen si preguntamos a este mito desde la actualidad, si nos miramos en él, como en un espejo, desde donde nos encontramos ahora? Y sobre todo: ¿qué nuevas lecturas surgen si esta vez preguntan las pecadoras, y no los profetas?
