Con una clara vocación didáctica y lúdica y una loable ambición por dibujar fielmente el mundo diverso que hoy habitamos, donde culturas diferentes están llamadas a vivir conjuntamente, este montaje de los valencianos de El pont flotant está hecho precisamente para que la armonía de esa convivencia sea un hecho incontestable. La diferencia no ha de ser un impedimento para acercarnos al otro, al que habla otra lengua, al que tiene otro color de piel, al que come otro tipo de cosas y usa otro tipo de ropas.
Las siete diferencias está concebido como un espectáculo para toda la familia, para llevar a los pequeños y familiarizarlos con esas otras maneras de existir, para explicarles que todos los hombres y mujeres venimos de un tronco común y que al diseminarnos desde África por todo el planeta, hemos ido cambiando de forma y color. Ojos alargados o redondos, labios gruesos o delgados, costumbres llamativas y sorprendentes a las que acercarse con una mirada inquieta y abierta a la experimentación.
Con el Premio al Mejor Espectáculo para Niños y Niñas de los premios valencianos de teatro de 2018, este canto a la curiosidad tiene en el lenguaje del cuerpo, la música, el juego, el humor y la mezcla de las historias reales de los intérpretes con la ficción, sus ingredientes principales, así como una manifiesta intención de reflexionar en familia sobre lo que realmente nos separa y nos une a las personas, sobre cómo nos gusta sentirnos diferentes pero cómo nos molesta luego cuando nos hacen sentir que esas diferencias nos dejan fuera.
Pau Pons y Jesús Muñoz (el 50% de El pont flotant) han creado y dirigido el espectáculo y lo protagonizan junto a Zhao Hu, Natalyd Altamirano, Ruba Barua y Seve Junior, gentes distintas con las que aprender a vivir como iguales.
Espectáculo familiar, a partir de 6 años.