Hace veinte años, que los alquimistas habitan el mundo singular. Aquí y ahora, Lili está sola, como lo estaba hace veinte años, en otros lugares como Violeta (Aiguardent) y Claudel (Blanc d’Ombra). Lili es una perra, porque perra se nace, no se hace. Y es Perra de Nadie.
Tan sólo, quien es nadie y de nadie, puede llegar hasta el fondo de su intimidad, donde juegan a la gallinita ciega, baila y exponen todas sus intimidades. La tuya y la suya también.
Puede que alguien advierta, y con razón, que la perra, es uno de los primeros animales domésticos, que era muy útil para cazar. Y pensemos, hoy en día, no existen perras de nadie. Porque una perra, si es ‘de nadie’, no sirve para nada, ni para nadie. Pues si que existen, ¡sí! Es más, son imprescindibles en sus inutilidades…
¡Muy pronto sabréis por qué!
Allí, en lo más profundo, de cada uno de vosotros, en ese submundo de desprotección, de la locura, de la ternura y la pura fragilidad, habitan Lili y sus vigilantes de la noche.
La Perra de Nadie, dormidas y latentes, están en nuestro mundo dónde brotan sus entrañables inmensidades. Despertemos juntos a Lili del submundo, ¡si es que os atrevéis a descubrirla!
Marta Carrasco ha sido galardonada en dos ocasiones con el Premio Max, a Mejor Intérprete y mejor coreografía y a Mejor espectáculo de danza.