Inesperado es una historia de resiliencia. Morir para renacer, nacer para transitar lo que llega a nuestras vidas sin pedir permiso, muriendo o dejando morir lo que debe irse.
Es un rayo que nos parte y nos deja estaqueados, sí; en el medio del patio.
Es la oscuridad de meterse en la cueva, es revolver para salir fortalecidos.
Es morir para vivir, y vivir reconociendo el dolor de la vida.
No estar en el cuerpo, pero ¿dónde estar?
Es aceptar a un otro y dar. Recibir para poder seguir, y apoyarse mutuamente para salir.
Es ver la oscuridad para encontrar una luz, o varias.
Es cuerpo, quietud y movimiento.
Es piel, contacto y lejanía.
Es una pieza que reúne poesía, danza y música como motor de vida.
Tres apoyos sobre los cuales, a pesar de todo, vale la pena seguir caminando.