Andrea es una joven que se ve obligada por la policía a despedirse de su casa. Un trozo de calle de Tirso de Molina, entre flores y basura, otros yonkies y paseantes, que ella ha ido construyendo a lo largo de los años.
Su mente caótica y sus repentinos juegos nos acompañan en un viaje en el que Andrea crea un universo paralelo para dejar de vivir en primera persona su desgracia. Para ella, dejar Madrid y mudarse a China significará su salvación.