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Un séquito fantasmal compuesto por Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal y Gertrudis Gómez de Avellaneda se reúne clandestinamente en una vetusta biblioteca con el propósito de tramar un plan para destituir a Pérez Reverte de la Real Academia Española. El objetivo está más que claro pero los medios… ¿son los correctos? Tres furias que se debatirán entre la cuestión moral, la justicia y la lucha por el reconocimiento. «Que se otorgue al mérito lo que es sólo del mérito y no del sexo».
Una descabellada propuesta con pretensiones; empoderamiento. Nos tomamos la licencia de revivir el espíritu luchador y reivindicativo de tres referentes feministas de la literatura española en un encuentro cuyo objetivo no es otro que el de reclamar el espacio de la mujer dentro de la cultura de nuestro país.
Una revisión de la historia que invita a la reflexión. Trescientos años de historia de la Real Academia sin ninguna mujer entre sus filas: «Lo sentimos. Son las normas». Fue la respuesta que recibió Emilia Pardo Bazán al intentar su ingreso en la institución. Lo mismo le ocurrió a Gertrudis Gómez de Avellaneda y a Concepción Arenal, quienes ya lo habían intentado antes. No fue hasta 1978 cuando una mujer entra a formar parte de uno de sus asientos. Desde entonces y hasta día de hoy sólo once referentes féminas han podido formar parte de la Academia que aboga por la conservación y progreso de nuestro lenguaje. Ya basta.
Las mismas preguntas que nos hacemos hoy nosotras, las que se hicieron nuestras madres, las que ya se habían hecho nuestras abuelas y las que probablemente se harán nuestras hijas ya se las habían formulado ellas. Siguiendo sus pasos – que no fueron ni mucho menos discretos – queremos poner sobre la mesa una serie de cuestiones: ¿cómo es posible que en pleno siglo XXI la presencia de la mujer en los referentes del panorama literario siga siendo tan escaso? ¿de qué manera podemos abogar por la equidad en la vida real que delimite el espacio al que la mujer se le niega? Pero más allá de reflexiones sociopolíticas, un problema vigente sobre el que los personajes versarán la trama; ¿cómo es posible que representantes ilustres de nuestra lengua se permitan escribir artículos en los que humilla, cuestiona y reduce a la mujer a mero objeto sin que ello tenga repercusión alguna?
Emilia, Concepción y Tula se plantean desde su condición fantasmal cómo poder implantar justicia ante la presencia en la Real Academia de figuras como Pérez Reverte y lo que su persona significa para la lucha feminista; el burdo exponente que haciendo uso de su impecable manejo del lenguaje no hace más que ultrajar a la mujer y reducirla a simple elemento sobre el que poder cuestionar. De este modo nosotras mismas intentamos esclarecer cómo concienciar al pueblo de la gravedad del insulto hecho periodismo, de la ofensa bajo el poder de la autoridad y de la mofa que parte de su naturaleza de hombre como ser superior según los cánones patriarcales desde los que se salvaguarda. Un problema que rebaten – rebatimos – tal y como lo hicieron ellas a lo largo de sus vidas; desde la palabra y la cultura.
Invitamos al espectador al feminismo, al debate y sobretodo a la conciencia que defiende la conquista del espacio de la mujer a través de la lucha pacífica y justa.
